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La aviación rusa 'plancha' objetivos en Chechenia por sexto día

La aviación rusa prosiguió ayer, por sexto día consecutivo, bombardeando objetivos militares e industriales en Chechenia. Aumentan los indicios de que el objetivo de la actual ofensiva puede ser la ocupación de la zona norte de la república independentista, hasta la frontera natural del río Terek. Así lo aseguraban ayer fuentes militares citadas por el diario Nezavisimaya Gazeta, propiedad del magnate Borís Berezovski.La intervención terrestre podría limitarse, inicialmente, a una operación cuyo objetivo sería crear una amplia zona de seguridad que actuase como tampón contra futuras incursiones de las milicias islámicas en Daguestán. De momento, la aviación rusa utiliza lo mejor que tiene en sus hangares para planchar Chechenia y eliminar la capacidad de reacción de las fuerzas de los comandantes Shámil Basáyev y Jatab. De paso, ha puesto al régimen de Aslán Masjádov en una situación crítica, amenazado por Rusia y los señores de la guerra. Las peticiones del presidente de un alto el fuego inmediato y una reunión urgente con los máximos dirigentes rusos caen en saco roto.

En Moscú se piensa que no es hora de palabras, sino de bombas. Las autoridades chechenas aseguran que se han producido más de 500 muertos desde que comenzaron los ataques aéreos. Las rusas, por el contrario, sostienen que los bombardeos se concentran en objetivos estratégicos y son tan quirúrgicamente precisos como los de la OTAN contra Yugoslavia, que hicieron claudicar a Belgrado.

Tras sufrir más de mil bajas en los combates terrestres de Daguestán, la nueva táctica de Rusia evita los muertos propios y los limita al territorio enemigo. El primer ministro, Vladímir Putin, aseguró ayer que, de momento, no está previsto que se lance la ofensiva terrestre pero, a renglón seguido, precisó que si no se cumple el objetivo de "proteger al pueblo de los terroristas" se considerarán "otros posibles pasos".

50.000 refugiados

Las bombas rusas continúan arrojando a los caminos a decenas de miles de personas que huyen hacia las fronteras de Chechenia con Daguestán, Stavropol, Osetia del Norte y, sobre todo, Ingushetia. El número de refugiados supera ya los 50.000.

Entre tanto, el ministro del Interior, Vladímir Rushailo, desvelaba el resultado de la Operación Tornado, lanzada tras los atentados salvajes que causaron la muerte de cerca de 300 personas en Moscú y otras ciudades rusas. Según él, continúa el estado de máximo alerta, sobre todo en la capital, el anillo de ciudades monumentales que la rodea, San Petersburgo y Yekaterimburgo.

El ministro afirmó que se ha logrado impedir 16 nuevos atentados, se han descubierto 521 toneladas de explosivos y se ha detenido a 101 supuestos terroristas. Añadió que se ha identificado a los autores de los ataques y que está lista la documentación para pedir a la Interpol una orden de busca y captura de 17 jefes guerrilleros.

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