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Bunbury busca en 'Pequeño' nuevos rumbos musicales

Enrique Bunbury ha cambiado y quiere seguir transformándose. Si en su primer disco en solitario, Radical sonora (1997), se decantaba por los sonidos tecnológicos, en el segundo, Pequeño, que salió a la venta el lunes, vuelve los ojos a géneros que van desde el tango y la ranchera hasta ritmos flamencos y aires meditarráneos."No es que haya cambiado", dice Bunbury. "Es el mismo rumbo. Yo quería hacer algo que me permitiera ser ubicable, como músico y como español. Me empapé en las músicas mediterráneas y es algo que también estaba en el fondo de Radical sonora, sólo que ahí estaban atrapadas en la tecnología. En Pequeño, con la instrumentación tradicional, es más claro". Otros no verán tan clara esa continuidad, pero Bunbury piensa que lo importante es experimentar. "Mi carrera es una constante evolución", afirma. "Radical sonora era un disco de transición, después de la larga experiencia con Héroes del Silencio. Lo que me dejó insatisfecho de ese trabajo es que quedó muy denso, preso en la electrónica. Me metí en un área con demasiadas etiquetas. Pequeño es un disco que sólo haré una vez, no habrá repeticiones en el siguiente. Después buscaré hacer algo distinto".

No teme despistar a sus seguidores ni perderlos en el camino de tanta diversidad. "Estoy manejando distintos géneros, como lo haría un director de cine que hace una comedia, luego un drama, un musical y una de suspense. El sello de un autor no se encuentra en el género, sino en ciertas pautas de un estilo propio. Quizá suene algo ambicioso, pero aspiro a conseguir un estilo, un sello personal en toda mi música. No me gusta ir a lo seguro, quiero seguir aprendiendo a medida que sigo trabajando".

Dice que este disco marca su "reconciliación con la memoria infantil y esas músicas que estuvieron mal vistas por dos generaciones de españoles porque las identificaban con el régimen franquista". "El rock estaba censurado y preferíamos rebelarnos. Ahora estamos en un proceso de normalización", prosigue.

Sin embargo, Bunbury no ha dejado de lado el rock. "Lo que me interesa ahora del rock es la posibilidad de enfrentarme, a través de él, a otras músicas. Pero también quiero recobrar el origen del rock, su parte más animal, su sexualidad y su simpleza como música de baile. No sé qué hicimos los blancos con el rock que nos encargamos de transformarlo en una música imposible de bailar. Hoy prefiero escuchar a Little Richard que a Offspring o Greenday". El 10 de octubre inicia en Zaragoza, acompañado por Andrés Calamaro, una gira por una veintena de ciudades.

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