El PSE hablará con otros partidos ante la "incapacidad" de Ibarretxe para el consenso

Los socialistas vascos quieren retomar la iniciativa política en Euskadi ante la "impericia" del lehendakari, Juan José Ibarretxe, para lograr "nuevos consensos" y la "radicalidad y división" en la que está "inmerso" el PNV. El PSE y su líder, Nicolás Redondo, han preparado una ofensiva tanto en el Parlamento vasco como en sus contactos con partidos vascos. Los socialistas prevén potenciar en dos semanas el diálogo bilateral con todas las formaciones, incluida HB, y trasladar a la Cámara una propuesta sobre víctimas del terrorismo.

Los socialistas vascos no están dispuestos a dormirse en los laureles ni a que la "incapacidad o imposibilidad para aglutinar nuevos consensos" mostrada, según Redondo, por el lehendakari en el debate del pasado viernes prolongue el impasse que arrastra la política en Euskadi.Además, la foto fija que apuntó ayer Redondo sobre el PNV presenta a la formación que dirige Xabier Arzalluz como un partido "preso del enclaustramiento, radicalizado, sin iniciativa política y con una profunda división interna". Y, encima, "esclavizado" por la estrategia que marca Euskal Herritarrok en el Pacto de Lizarra.

"Voladura controlada"

Por todo ello, reiteró en conferencia de prensa en Bilbao su propuesta de realizar una "voladura controlada" de los frentes existentes en Euskadi y reunir la Mesa de Ajuria Enea para lograr un diagnóstico común sobre la tregua y, después, "legitimar los nuevos escenarios", en alusión al foro que propone el lehendakari Ibarretxe. Mientras tanto, no hay novedades en el discurso socialista: aceptación de las reglas de juego democráticas y rechazo de la violencia como forma de lograr objetivos políticos. Consciente de que sus propuestas no tienen visos de prosperar, el líder del PSE-EE anunció ayer que en dos semanas iniciará los contactos con los demás partidos, sin exclusiones, que los socialistas vienen defendiendo desde la vuelta de vacaciones. El número dos del socialismo vasco, Jesús Eguiguren, y el dirigente y parlamentario Rodolfo Ares prepararán a partir de mañana las reuniones, dado que Redondo estará ausente de la política vasca durante unos 10 días por motivos personales.

En esta ocasión, el PSE no pretende limitar el orden del día de los encuentros a la pacificación. Redondo proyecta abrir el abanico de temas para conseguir consensos parciales en materias de política social y económica como la jornada laboral de 35 horas, la reducción de las horas extraordinarias, el reparto del trabajo o la lucha contra la exclusión. La ofensiva socialista llega también al terreno parlamentario, donde el Grupo Socialista ha realizado un balance muy negativo de la labor del Ejecutivo vasco.

El PSE quiere consensuar con el resto de partidos políticos una proposición sobre las víctimas del terrorismo "calcada" a la ya aprobada en el Congreso de los Diputados, y que fue apoyada por el PNV.