Los críticos del PSOE de Córdoba recaban apoyos para plantear una alternativa a Mellado

Las familias socialistas críticas con la actual dirección del PSOE de Córdoba, cuyo secretario general es José Mellado, darán mañana martes su primer paso abierto para tomar postura ante la situación de crisis que se vive actualmente en el partido. Esta semana también moverá ficha el secretario provincial de la formación, que pretende reunirse con miembros de la ejecutiva regional del PSOE para aclarar su situación interna después de que en los últimos meses se le haya enmendado la plana desde Sevilla, colocándole en una posición de debilidad que ha permitido que afloren los descontentos larvados desde el último congreso del PSOE cordobés de 1997.

La reunión del martes, a la que están convocados varios alcaldes que ganaron con mayorías absolutas en las últimas elecciones municipales y algunos notables del partido, contará posiblemente con la presencia de algunos de los regidores locales que en julio se reunieron con el secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, para plantearle su oposición a las propuestas de Mellado para el nombramiento de diputados provinciales de su partido y para la presidencia de la Diputación de Córdoba. Fue la primera desautorización pública que sufrió la actual dirección del PSOE cordobés de manos de la regional. Los primeros ediles que acudieron a Sevilla no sólo consiguieron cambiar la lista de diputados propuesta por Mellado, sino que dejaron fuera de la institución provincial a la parlamentaria nacional Carmen Montes, que el sector oficial propugnaba para la presidencia de la Diputación, y consiguieron que se nombrara para el cargo a Matías González. Aquella entrevista veraniega llevó a la palestra al secretario del grupo del PSOE en el Parlamento andaluz, Manuel Gracia, a quien los alcaldes y la ejecutiva regional recurrieron como mediador. El segundo acto se ha desarrollado hace una semana, cuando, pese a la cercanía de las elecciones generales y autonómicas, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha destituido al delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Luis Hidalgo, y nombrado para este puesto al hasta entonces director general de Trabajo, Antonio Márquez, muy vinculado a Manuel Gracia, del que fue su asesor en la etapa de éste como portavoz socialista en el Ayuntamiento de Córdoba. El nombramiento de Hidalgo hace dos años y medio se interpretó como una prueba de fuerza de Mellado ante su partido, después de revalidar con un 54% de votos la secretaría general del PSOE de Córdoba, en un congreso en el que su único opositor, Antonio Fernández Poyato, no consiguió aglutinar la corriente de oposición a la lista oficial. Se relevó entonces, sin motivo aparente, de la Consejería de Gobernación a Presentación Fernández, para nombrar a Hidalgo, estrecho colaborador de Mellado. Representación de la Junta Fuentes de la Junta explicaron que el Gobierno andaluz se consideraba poco representado por Hidalgo. El día anterior al cese, el propio Mellado lo anunció como una iniciativa del PSOE de Córdoba, algo que ha despertado el descontento en el Ejecutivo andaluz. También anunció la destitución del delegado de Trabajo, Antonio Poyato, desmentida posteriormente por el viceconsejero del ramo, Antonio Fernández García. Ante la situación creada, el sector crítico se pregunta qué fuerza tendrá Mellado cuando el partido tenga que preparar las candidaturas a las próximas elecciones generales y autonómicas. Los dos incidentes reseñados han restado fuerza a la dirección provincial y han convertido al partido en un hervidero de opiniones pero, tras los dos golpes de fuerza, la ejecutiva regional no desea tensar más la cuerda, ya que una crisis abierta podría perjudicar al partido ante las consultas electorales que se avecinan. Los críticos se debaten entre forzar la creación de una gestora -el congreso extraordinario está descartado, salvo que Mellado mueva ficha en ese sentido- o dejar las cosas como están, pero tampoco se muestran dispuestos a permitir que el secretario general imponga su criterio sin contar con el resto del partido. Están también en juego los resultados electorales de Córdoba capital, donde las dos últimas elecciones locales han consolidado al PSOE como tercera fuerza. Esta tendencia decreciente en el voto se remontó ligeramente en las pasadas municipales, en las que Mellado volvió a encabezar la lista del PSOE, pero no en grado suficiente como para fortalecer la imagen del partido en la ciudad y la suya propia ante la dirección regional.