Aznar acusa al PSOE de vivir en el despiste y actuar por ocurrencias
El presidente lamenta la "absurda tendencia al pesimismo" de algunos dirigentes del PP
José María Aznar contrapuso ayer en Valencia "el mejor momento de madurez y de la historia" del Partido Popular como formación política "nacional" a la "confederación de partidos" con "17 tiendas y 17 proyectos" con que definió displicentemente al PSOE. El presidente del Gobierno diferenció también entre los que plantean ideas "inteligentes", en referencia al PP, y "ocurrentes", en alusión a los socialistas.
José María Aznar clausuró ayer el IX Congreso del Partido Popular de la Comunidad Valenciana en lo que calificó como "un momento espléndido" de su partido en toda España. Aznar se embarcó en una larga crítica, cargada de desdén, hacia el PSOE. El líder popular afirmó que tanto él como su partido piensan primero y actúan después, mientras que el partido socialista no hace otra cosa que "piruetas y ocurrencias para la galería, que no tienen ningún objetivo, y así les va".El líder popular, que escogió uno de los congresos más pacíficos del PP para iniciar la ronda de visitas a algunas de esas convenciones regionales, afirmó que el PSOE vive en un "despiste" que "no se va a aclarar en mucho tiempo". El presidente del PP quiso premiar con su presencia los buenos resultados electorales del presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, y resaltar el contraste con el tormentoso congreso extraordinario de los socialistas valencianos el pasado fin de semana.
Aznar empezó por marcar distancias entre ambas formaciones con el recuerdo de que hace diez años, cuando él llegó a la presidencia del PP, refundó un partido que entonces "casi no mandaba en ningún sitio". Un veterano militante de AP y conocido de Manuel Fraga, el tío Paco, de Foios, se levantó en el auditorio del Palau de la Música de Valencia, repleto con 1.400 asistentes, para espetarle a Aznar que entonces sí gobernaban en su pueblo. El pasado junio, Foios fue una de las poblaciones que el PP perdió en las elecciones.
Esa anécdota le sirvió a Aznar de enganche para resaltar con orgullo el estado "espléndido" y "magnífico" del PP. Y también para fijarse como objetivo proyectar esa "garantía de gobernabilidad" a toda España. Retos con los que se distanció de nuevo del PSOE al subrayar que el PP hace muy bien "en no enredarse en otro tipo de historias" y en comportarse como un partido nacional que únicamente tiene "adaptaciones" en determinados territorios. Una de esas adaptaciones es la que ha trasladado Zaplana sobre el PP valenciano en el congreso de este fin de semana, al reorientarle hacia un autonomismo casi nacionalista.
Aznar enmarcó esa referencia en otra andanada contra el PSOE, al que consideró "una confederación de partidos", con "17 tiendas y 17 proyectos", y a los que desprecia por haberse aliado tras las pasadas elecciones autonómicas con todo tipo de fuerzas regionalistas y nacionalistas.
El presidente del Gobierno utilizó la petición que le hizo el PSOE sobre la conveniencia de subir por decreto las pensiones mínimas en 2.000 pesetas para tildarla de "pirueta para la galería" y para ironizar sobre los que piensan las cosas antes de actuar y los que actúan por "ocurrencias".
Una parte de su discurso estuvo dirigida al interior del PP. Aznar mostró a las claras que no le gusta que el PP tenga una característica "ciclotímica" y se lamentó de las "actitudes hipercríticas" y de una "absurda tendencia al pesimismo" de los dirigentes de su partido, a los que reprochó ser "incapaces de valorar lo que hacemos". El líder popular utilizó una metáfora futbolística para reconocer que el PP necesita ganar "nueve a cero" y no le basta "seis a tres" para asumir sin reparos una situación de triunfo.
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