La popularidad de Schröder, en el nivel más bajo desde su elección

Hace un año, Gerhard Schröder logró una importante victoria en las urnas: devolvió a su partido, el socialdemócrata, al Gobierno federal de Alemania después de 16 años en la oposición, y envió de paso a Helmut Kohl a la jubilación anticipada. Doce meses después, aquella euforia se ha difuminado; todo cambió de forma radical. A las derrotas en los comicios locales y regionales celebrados hasta ahora, el canciller debe sumar en estos momentos unos sondeos de opinión de pesadilla.La oposición democristiana logra, en los últimos estudios de opinión hechos públicos en Alemania, un apoyo del 56%, el doble del porcentaje conseguido en las generales, y la más alta en 20 años. Tan sólo el 28% de los entrevistados por el Polibarómetro -estudio divulgado por el canal público de televisión ZDF- se mantienen fieles a Schröder. Esta cifra representa un descenso de 13 puntos porcentuales respecto a la de los comicios federales celebrados el 27 de septiembre de 1998.

Esta encuesta, realizada por el Grupo de Estudios Electorales, con una muestra de 1.300 entrevistas, indica también que la popularidad personal del canciller federal alemán cae en picado. Hace sólo seis meses, Schröder se encontraba cómodamente situado como el político alemán más valorado del país. En septiembre de 1999 -un año después del triunfo electoral-, Schröder ha bajado al séptimo puesto, muy por detrás del tercero, Helmut Kohl.

El número dos de esa lista está ocupado por el actual líder democristiano, Wolfrang Schäeuble. El primer puesto pertenece al ministro de Exteriores de Schröder, el verde Joschka Fischer, que representa al sector pragmático de su partido.