La iglesia de Pozuelo
Desde el comienzo de este verano están apareciendo en la prensa de Madrid distintos comentario, algunos muy autorizados, sobre esta nueva y sorprendente iglesia, cuyas obras están finalizando.Han expresado su opinión académicos, autoridades urbanísticas, arquitectos, feligreses de dicha parroquia (Santa María de Caná), etcétera.
Conozco hace mucho tiempo a mi gran compañero Fernando Higueras Díaz, creador de esta iglesia, y los problemas que se han planteado con su fulminante destitución como director de las obras por parte del señor cura párroco, sobrino suyo.
También conozco la abundante correspondencia que ha recibido, el arquitecto destituido, de los feligreses de la parroquia, arquitectos, etcétera, así como la también abundante correspondencia enviada por el mismo arquitecto y otras personas al señor cura párroco, Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón y Arzobispado de Madrid.
Asimismo, sé de las alteraciones que se están introduciendo en las obras de terminación y que desvirtúan la idea original de su creador, el arquitecto Higueras. Parece que en esta insólita situación se está empleando -por los motivos que sean- más corazón que cabeza, circunstancia desfavorable para la normal terminación de una iglesia de esta envergadura, lo que acaba conduciendo a unas relaciones entre las partes de tipo visceral. Todavía hace aún más insólita esta situación el silencio que mantienen el señor cura párroco,el Ayuntamiento de Pozuelo y el Arzobispado de Madrid, sobre todo por estar produciéndose últimamente, al parecer, vacíos en la continuidad de la dirección de obra.
La iglesia es la asamblea de todos: clero, fieles y, entre éstos, los feligreses que están sufragando las obras y cuyos escritos de apoyo al arquitecto destituido están citados líneas arriba. Antes de que sea demasiado tarde, corresponde a la jerarquía eclesiástica conocer en su totalidad, directamente y a fondo, lo que está pasando en este caso -o deja de pasar- y zanjar esta anómala situación en aras de una correcta terminación de este ejemplar edificio de Pozuelo, que ya ha entrado a formar parte del patrimonio de la Iglesia y bien pudiera llegar a ser una de sus piezas emblemáticas como iglesia parroquial.- .
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