Cruz Roja advierte contra el uso mercantil de las causas humanitarias
Evitar el intrusismo, los "chorizos" y el "marketing humanitario". Estos son algunos de los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones no gubernamentales (ONG) a juicio del coordinador general de Cruz Roja en España, Francisco Rey. Pero no son los únicos. Rey aludió a los peligros de la banalización de la cooperación, la autocomplacencia, los casos de falta de coordinación y la necesidad de combinar las acciones humanitarias con las destinadas a proyectos de cooperación al desarrollo.
España tiene una ventaja sobre el resto de Europa en el campo de la cooperación. El hecho de haber llegado tarde ofrece una gran oportunidad, según Rey, para observar los errores cometidos en los países europeos y evitarlos. El coordinador general de Cruz Roja en España planteó ayer los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones de ayuda humanitaria en España durante la primera jornada del foro de solidaridad y cooperación organizado por Bancaixa a través de su obra social. Rey destacó la necesidad de establecer mecanismos de regulación para controlar el funcionamiento de las ONG y fijar con claridad los fines de estas organizaciones "para que no haya chorizos" que pasen por organizaciones humanitarias serias. El coordinador nacional de Cruz Roja aludió a la conveniencia de establecer "controles de calidad" que regulen la actividad de las asociaciones y evalúen sus acciones. Rey advirtió a las ONG que hay que prepararse a juzgar proyectos de otras asociciones mal ejecutados, muchos de los cuales no son denunciados debido a la existencia de un "pacto de silencio" interno, unos acuerdos rotos hace tiempo en otros países. "Entre las ONG hay de todo", señaló Rey, "instituciones muy serias y otras que no lo son tanto", por lo que reclamó, al menos, la existencia de mecanismos internos de censura entre las organizaciones para regular la actividad en el campo de la cooperación. En todo caso, el coordinador de la ONG destacó la existencia de un creciente "espítitu autocrítico" en el seno del movimiento asociativo humanitario. Las críticas también se centraron en el propio funcionamiento sobre el terreno de las organizaciones, que, en numerosas ocasiones, adolece de falta de coordinación, lo que provoca, según Rey, la duplicación de envíos o el transporte a zonas de conflicto de material inadecuado o incluso caducado. El llamado marketing humanitario -la colaboración de empresas con ONG con fines publicitarios- fue otro de los aspectos abordados ayer por sus "ventajas e inconvenientes", al igual que el peligro de banalización de lo humanitario ante el desarrollo espectacular y el número creciente de voluntarios que acompaña al campo de la cooperación. Rey no olvidó referirse a la necesidad de encontrar un espacio común entre las organizaciones humanitarias, centradas en resolver problemas puntuales, y las asociaciones dedicadas al desarrollo, enfocadas a la elaboración de programas de largo plazo. Las jornadas se celebrarán hasta el próximo mes de diciembre en el Centro Valenciano del Voluntariado.
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