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MEDIO AMBIENTE

El Montgó sufre un nuevo incendio mientras se investigan los anteriores

Apenas treinta horas después del incendio que en la madrugada del martes calcinó veinte hectáreas de monte bajo en el Montgó, el parque natural ha vuelto a sufrir una nueva agresión que hace pensar a muchos en una destrucción interesada del paraje protegido. En este último caso, el fuego se pudo atajar con rapidez tras quemar 10.250 metros cuadrados de arbolado, monte bajo y zona de cultivo. Las voces de condena por lo que desde muchos sectores se considera un grave y continuado atentado intencionado no se han hecho esperar y desde distintos colectivos se ha exigido una investigación más profunda que permita identificar a posibles autores de los siniestros. Las llamas del último incendio se detectaron sobre las 14.15 horas de ayer cerca de una antigua colonia agrícola del Montgó y en una zona próxima a varias urbanizaciones de la partida Tossal Gros de Dénia. La poca fuerza del viento que soplaba en esos momentos permitió que el fuego quedase controlado en poco más de una hora. Participaron en las tareas de extinción del incendio bomberos, brigadas forestales y medios aéreos. Con éste son ya seis los incendios que han afectado al parque este verano. El más importante ocurrió a mediados de agosto, arrasó unas 500 hectáreas y obligó a desalojar a miles de personas de la zona de veraneo de Les Rotes y de las numerosas urbanizaciones de la falda del Montgó. A raíz de este incendio, que tuvo gran repercusión pública, la Consejería de Medio Ambiente dotó por primera vez al parque natural de vigilancia oficial continuada -hasta ese momento sólo la habían realizado los voluntarios de las localidades de Dénia y Xàbia- y anunció una inversión de 70 millones de pesetas en actuaciones de urgencia para favorecer la recuperación de las áreas afectadas por el fuego. Sin plan rector La Administración autonómica se ha comprometido, además, a aprobar el Plan Rector de Uso y Gestión del Montgó, un parque natural que lleva ya 12 años esperando que se fijen las actuaciones que se pueden realizar en al área protegida y sobre el que siempre ha planeado la sombra de la especulación urbanística. De hecho, el Montgó sufre una fuerte presión urbanística y sus límites han sido objeto de continuos cambios que afectan precisamente a las zonas donde hay una mayor actividad constructora.

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