Los artistas dan la espalda al concurso de Fogueres
Los constructores de Fogueres han plantado al Ayuntamiento. Sólo dos jóvenes artistas han competido por la foguera oficial del 2000. El ganador es Francisco Vázquez, de 25 años, que levantará en junio un monumento vanguardista que tiene por lema 2001, una odisea en el poco espacio que nos queda. Por encima del boceto y de la idea que éste representa, lo más llamativo de esta convocatoria ha sido la escasa participación de constructores en el concurso oficial convocado por el Ayuntamiento alicantino. Construir este monumento fuera de concurso, presupuestado en 13 millones de pesetas, otorga prestigio y dinero al autor. Su emplazamiento es privilegiado, los visitantes son multitud y las televisiones transmiten en directo su cremà. Si todo son ventajas, ¿por qué los constructores le dan la espalda al concurso? La respuesta es doble, y tiene que ver con las bases del certamen y con la vanidad de los propios artistas. "Los constructores veteranos no quieren arriesgarse a que su prestigio quede dañado si pierden el concurso frente a autores jóvenes", explica el presidente de la Comisión Gestora de les Fogueres, Francisco Navarro, quien resta importancia a un asunto que considera "previsible". Pero también hay motivaciones económicas. Un artículo de las bases del certamen impide que el constructor de la hoguera oficial realice otras en primera categoría y en especial. "Este punto limita las posibilidades y disuade a autores que llevan bastantes años comprometidos con determinadas comisiones fogueriles", indica Pascual Domínguez, presidente del gremio de artistas. Anteriormente, el ganador del primer premio en categoría especial recibía automáticamente el encargo de construir la hoguera oficial del año siguiente. Para el concejal de Fiestas, Andrés Llorens, "habrá que replantear el concurso", para asegurar una mayor participación. El concurso de este año estuvo a punto de suspenderse.
