Fecsa y ENHER se comprometen a atender las reclamaciones que se les presenten por daños

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las compañías ENHER y Fecsa se comprometen a atender las reclamaciones que se les formulen por los daños que causó el apagón que afectó ayer a unas 25.000 viviendas y establecimientos de Barcelona debido al incendio de una subestación en Les Corts. Así lo afirmó ayer un portavoz de ambas empresas, gestionadas conjuntamente desde hace unos meses. Con todo, las empresas rechazan que se produzcan fallos por falta de inversión en la red o imprevisión en circuitos alternativos de alimentación. "Cuando el servicio esté del todo restablecido, nos sentaremos a evaluar los daños y a analizaremos las hipotéticas reclamaciones que se nos planteen con ánimo de acuerdo, como hemos hecho siempre", explicó Antoni Torvà, portavoz de Fecsa y ENHER. "No es cierto que el incendio se haya debido a que los sistemas de la subestación incendiada fueran demasiado antiguos. Precisamente, se han realizado en ellas fuertes inversiones recientemente", añadió. Según las empresas, el apagón que dejó sin luz a 25.000 abonados en varias zonas se produjo por un incendio fortuito. El restablecimiento del servicio cuanto antes exige "seguir procedimientos que a veces no sólo dependen de la voluntad de las compañías", dijo el portavoz la empresa. En este sentido, recordó que tras apagar las llamas y enfriar la estructura del edificio hay que reponer los elementos dañados para comenzar a prestar de nuevo el servicio. "En una situación así, los procedimientos son similares aquí, en Viena o en Los Ángeles", agregó. La expresión más clara de los daños causados se produjo en el centro comercial L"Illa Diagonal. Este centro no pudo operar con normalidad por falta de fluido, con la única excepción de los almacenes Mark & Spencer, que tienen un generador propio para cajas y sistemas de seguridad. La preocupación por el prestigio de esta zona comercial, que también sufrió inundaciones en los aparcamientos de sus sótanos durante las recientes lluvias, era patente ayer en su principal promotor, la aseguradora Winterthur. Su presidente en España, Josep Cercós, estaba ayer al pie del cañón en el propio complejo comercial evaluando la magnitud del problema, con el recinto a oscuras y vacío como si fuera un día festivo. El apagón afectó también a a muchos comercios de los barrios de Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia. Algunos de sus propietarios optaron por cerrar sus puertas durante unas horas, como explicó la dueña de un restaurante chino de la calle de Nicaragua. Los que optaron por esta fórmula se dedicaron a comprobar en horas clave si era posible reanudar la actividad. El grueso de los afectados -unos 12.000- estuvieron sin electricidad durante 12 horas. Fuentes de las compañías eléctricas informaron de que el incendio lo provocó una avería compleja en la subestación, situada en el número 18 de la calle del Berguedà. Aunque las compañías preveían restablecer el servicio a mediodía, a las diez de la noche aún quedaban unos 1.000 abonados sin suministro. El servicio quedó totalmente restablecido a las 23.00 horas, según la empresa. El incendio, que se inició poco después de las siete de la mañana y se extinguió en unas dos horas, obligó al Ayuntamiento de Barcelona a activar el Plan de Emergencias de Suministro Eléctrico, que prevé la instalación de equipos electrógenos en los lugares que ofrecen servicios básicos para la población, por ejemplo los hospitales. Por suerte, el incendio no dañó la estructura del edificio donde se transforma la energía. La subestación de la calle del Berguedà está situada junto a edificios de pisos. Algunos vecinos abandonaron sus viviendas debido al fuego, aunque los bomberos no desalojaron ningún inmueble ya que no existió peligro para los ciudadanos. El interior de la subestación resultó dañado por el fuego, que destrozó los materiales de cableado y algunos de los aislantes de las cubiertas.