La acusación pide la reconstrucción del crimen de la abogada Begoña Rubio
Una de las acusaciones particulares que comparecen en el proceso que se sigue por el asesinato de la abogada vitoriana Begoña Rubio, ocurrido el pasado 24 de mayo, ha adelantado que pedirá al juzgado una reconstrucción de los hechos. El letrado de la asociación Clara Campoamor, para la que trabajaba la letrada asesinada, detalló que junto a una recreación judicial del crimen solicitará un estudio morfológico de muestras capilares del detenido, Koldo Larrañaga, para que sean cotejadas con las halladas en el cadáver de Begoña Rubio. Estas pruebas se realizarán, en caso de ser aprobadas por la juez, después de la fase testifical, que ayer cubrió una jornada más con la declaración de tres personas. La primera de ellas, el propietario de un bar próximo al despacho de Rubio, en donde se produjo el crimen, se ratificó en su declaración previa de haber visto a Larrañaga en dos ocasiones la tarde de los hechos. Indicó que tanto a las siete como a las nueve de la noche -el crimen se produjo según las estimaciones forenses cerca de las ocho- Larrañaga entró en el local y pidió una consumición. En ambos momentos se mostró "con la mirada perdida, como ido", según explicó uno de los letrados, y no mostraba manchas de sangre visibles. Los otros testigos fueron dos de las abogadas por cuyos despachos pasó Larrañaga antes de acudir al de Begoña Rubio. Ambas ratificaron también sus declaraciones sobre el presunto asesino, con el que las dos mantuvieron breves conversaciones, una dentro de su despacho y la otra en el rellano de la escalera de acceso al suyo. En los tres casos hubo una identificación de Larrañaga como la persona que vieron la misma tarde del crimen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.