Educación escolarizará a los niños de San Roque que duermen en la calle

Los 40 niños rumanos que viven a las afueras del poblado de San Roque (Fuencarral) irán a la escuela la próxima semana. Así lo afirmó ayer el consejero de Educación, Gustavo Villapalos. Los menores serán atendidos en el colegio Miguel Hernández (Latina). A este centro asistieron 70 niños rumanos de marzo a junio pasado, antes de que su poblado, en Malmea, fuera desmantelado. Fuera de la valla del campamento de San Roque viven unos 130 inmigrantes que se quedaron fuera del censo de realojamiento y que ayer pidieron un descampado para instalar sus tiendas de campaña.

El consejero explicó que el derecho a la educación está "por encima de la situación legal de las familias". El Gobierno regional espera ahora que las organizaciones no gubernamentales presenten un censo exacto de los niños que habitan fuera del poblado de San Roque. "El lunes nos dijeron que eran unos 25 niños y el martes la cifra aumentó hasta los 40. Por eso antes de comenzar el curso queremos un cifra exacta de los alumnos que vamos a tener", aseguró el consejero de Educación.Los niños, que tendrán un horario de nueve de la mañana a cinco de la tarde, comerán en el colegio. El centro se encuentra en el barrio de las Águilas, muy lejos de San Roque. Un autobús les trasladará diariamente a la escuela. "El colegio ya está listo para acoger a los niños y sólo falta que se concrete el día que empiezan, tras fijar el número de alumnos", señaló Villapalos. Tanto la educación como el transporte y la comida serán gratuitos. El colegio dispondrá de asistentes sociales que se ocuparán de los comedores y la higiene de los menores, según detalló el consejero.

Integración social

Los 60 niños rumanos que viven en los otros tres campamentos (San Roque, carretera de Colmenar Viejo y Valdebernardo) serán repartidos por centros públicos o concertados y darán clases con otros niños de su edad. Esta medida se adoptará, según Villapalos, porque ya conocen el idioma y necesitan ir integrándose en la sociedad.

"Esta integración en la escuela permitirá después una integración social, y con el tiempo, podrán vivir fuera de los campamentos", concluyó Villapalos. Los 12 niños que viven en los realojamientos de la carretera de Colmenar y de Valdebernardo asistirán a un mismo colegio, mientras que los 48 de San Roque se repartirán por tres centros.

Mientras, los rumanos que se encuentran en las afueras de San Roque piden "lo antes posible" un descampado en el que instalar de nuevo sus tiendas de campaña. Aseguran que la temperatura baja en estas fechas mucho por la noche y que pasan frío. Familias enteras de cinco o seis miembros pernoctan metidos en una sola manta. "¿No decían que querían dar cobijo a nuestros hijos? Con que nos dieran un sitio donde poner nuestras tiendas nos bastaría para no tener frío y podríamos estar todos juntos", afirmaba un inmigrante.