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Varios arquitectos critican con dureza el plan Barça 2000

EL Colegio de Arquitectos de Barcelona fue el escenario anoche de un vivo debate sobre el proyecto Barça 2000. En el mismo, varios profesionales de prestigo expresaron serias objeciones al proyecto del Barça. Tampoco faltaron voces de arquitectos pidiendo que el Colegio se defina claramente al respecto, como lo ha hecho en otros proyectos de ciudad. Las críticas hacían referencia a lo inadecaudo del proyecto, su "faraonismo" y la falta de encaje en el barrio.

En opinión del catedrático Manuel Ribas Piera, los autores del proyecto Barça 2000 han pagado el tributo del gran proyecto a gran escala, muy en la línea de lo que a él le recuerda la "grandeur" de De Gaulle, o de otras actuaciones que deplora como el Maremagnum, el Imax y los edificios de la calle Tarragona. Para este arquitecto un gran proyecto se lee a través de la pequeña escala. Para Ribas Piera no hay duda de que los males que ha traído el Parque Temático del Barça tienen su origen en el que calificó de "escandalosa historia del campo del Espanyol". Ésta es, en su opinión, la senda por la que pueden transitar luego otras muchas operaciones urbanísticas. La principal crítica que distintos arquitectos le hicieron al proyecto es su falta de encaje en la trama viaria del entorno y el ignorar el impacto que supondría el flujo de más de siete millones de visitantes al año. La abogada de la plataforma de entidades de las Corts que se oponen frontalmente a la iniciativa, Àngels Gil-Vernet, rechazó el plan especial de modificación de usos como el instrumento válido jurídicamente para aprobar una actuación de tal envergadura. Gil-Vernet dijo que en su lugar sería más adecuado tramitar una modificación del Plan General Metropolitano porque puso en duda que los negocios que se ubicarían en el parque, tales como 28 salas de cine, restaurantes y tiendas puedan considerarse equipamientos. El encargado de defender la postura municipal fue el director de servicios de planeamiento, Ricard Fayos, quien no convenció a un auditorio que criticó las prisas con las que desde el Gobierno local efectuó la aprobación inicial del proyecto. Fayos capeó el temporal como pudo argumentando la necesidad de ordenar los accesos al Camp Nou para acabar con la sensación de infrautilización y falta de calidad del espacio. Después de señalar que los autores del proyecto, Enric Batlle y Joan Roig, son buenos profesionales, les lanzó una puya enumerando cinco elementos que calificó de "débiles" que a su juicio presenta el trabajo realizado en su despacho, entre los que citó la falta de integración urbana por tratarse de un gran edificio "excesivamente volcado en sí mismo", apostilló. El más crítico con el procedimiento elegido por el Ayuntamiento para aprobar mediante decreto del teniente de alcalde de Urbanismo el polémico proyecto fue el vicepresidente de la FAVB, Andrés Naya, quien recriminó que no lo comunicaran previamente ni a sus socios de gobierno (IC y PI). Para este dirigente vecinal resultan incomprensibles las prisas municipales con las que se ha llevado este asunto, lo que le llevó a preguntarse "qué compromisos hay detrás y se nos ocultan".

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