PILAR RODRÍGUEZ PROFESORA "La sociedad está muy "matematizada"

,El 2000 será el año mundial de las matemáticas. Pilar Rodríguez, (Plasencia, Cáceres, 1940) es profesora desde hace 30 años y de ellos, cerca de 28 los ha volcado en esta asignatura. Es el alma de la olimpiada provincial de matemáticas que se celebra en Sevilla para los alumnos de primaria. Rodríguez cree que ya ha llegado el momento de que "vayan entrando aires nuevos" y anuncia su intención de dejar estos juegos y de jubilarse como profesora. "Me jubilo el año que viene, quiero irme con toda la ilusión". Pregunta. ¿Por qué surgió la olimpiada de matemáticas? Respuesta. Por la necesidad de hacer las matemáticas más agradables y cercanas. Cuando la EGB se convirtió en primaria y secundaria yo elegí la primera y organicé estos juegos para los niños en Sevilla. P. ¿En qué consisten? R. Se organiza por equipos y todos los juegos son en la calle. Se trata de que los problemas sean más cercanos a los niños. Sustituir los terrenos y los kilos de patatas por un problema cotidiano como puede ser meter un armario en una habitación. R. ¿Qué le aporta a un niño saber matemáticas? R. Además del bagaje que necesita en su enseñanza, es que la sociedad está totalmente matematizada. Hoy se cuantifica todo, para saber algo hay que saber matemáticas. P. ¿Por qué es la asignatura más temida, la de los cates? R. Para empezar, no se puede exigir a un niño un nivel de abstracción que no es capaz de tener. Hay que adornarlo. Que manipule los objetos, que cuente la experiencia y luego que los traslade al papel. P. ¿Están preparados los profesores para eso? R. Ellos tienen en su mano el cambio, y efectivamente se han producido algunos, pero no son suficientes. Se siguen editando libros que no se saben utilizar y en los que se nota una desconexión entre los distintos capítulos. Los cambian pero no los mejoran. P. ¿Hay niños más capacitados para las matemáticas? R. Todos tienen un pensamiento que hay que desarrollar pero no van a asumir nada para lo que no estén capacitados. Hay que crear aptitudes y cambiar las actitudes, tanto del profesorado como del niño y del entorno social. A veces el niño tiene un desarrollo brutal que no se encauza bien.