"Móstoles es puntera en bandas musicales con coreografía"
La banda de este madrileño de 34 años no es de rock and roll, aunque por generación podría serlo. Tampoco aparece en las listas de éxitos que martillean el dial radiofónico, y no por falta de repertorio, vestuario vistoso y hasta coreografía. Lo que sucede es que la banda de Juan Miguel López es de cornetas, tambores y majorettes. La afición le viene de la infancia: a los 11 ya sometía a su vecindario a largas serenatas de corneta, en lugar de puntear una guitarra imaginaria a lo Hendrix como hacían muchos chavales de su edad. Por entonces, se alistó en la banda de cornetas y tambores de Móstoles y ahí sigue, aunque de director. Su afán innovador le está granjeando galardones a espuertas, como el primer premio en el V Concurso Nacional de Bandas, que consiguió recientemente en Valencia. Influido por los vientos europeístas, ha hecho trizas la imagen tópica e inmovilista de estos conjuntos transformando el suyo en una marching band, cuyos 110 integrantes (con lista de espera, incluso) tocan en movimiento, bailan y son capaces de interpretar el último éxito discotequero.P. ¿Qué ha de hacer una banda de música para modernizarse? R. Cambiar el concepto. Nosotros hemos introducido otros instrumentos de viento-metal, un vestuario divertido y más animación de calle. Así, nos diferenciamos de las tradicionales bandas de cornetas y tambores y nos acercamos al modelo europeo denominado marching band o banda de marcha, que empieza a despegar en España. Móstoles es puntera en este tipo de bandas con coreografía.
P. ¿Y aceptan esa fórmula los madrileños?
R. Aún nos están conociendo, pero ya hemos participado en citas importantes como las dos ediciones del Día Europeo de la Música en la capital. Hay que tener en cuenta que hacemos música popular y provocamos que la gente baile. Eso entra por los ojos. Incluso interpretamos lo último de Ricky Martin, debidamente armonizado.
P. ¿Por qué la comunidad de Madrid es pobre en esta clase de conjuntos?
R. Por falta de tradición en general, ya que en la región sólo hay doce grupos de cornetas y tambores y, de ellos, solamente dos, Getafe y Móstoles, nos hemos animado a incluir otros instrumentos y la coreografía. Además, las innovaciones son caras ya que, por ejemplo, nosotros hemos tenido que comprar en Holanda un xilófono de marcha que se pueda tocar mientras se lleva colgado al cuello.
P. ¿A quien le interesa hoy ingresar en una banda de música?
R. A la gente motivada por las actividades que se hacen fuera y a los que les gusta la música. No buscan ser profesionales y no proceden del conservatorio, pero sí hay quien decide seguir estudios más serios en materia musical después de haber ingresado en la banda.
