Rivaldo rompe al Espanyol
El brasileño decidió un "derby" muy espeso, con dos expulsados y que siempre dominó el Barça
BARCELONA 3ESPANYOL 0
El derby duró lo que tardó Rivaldo en atarse los cordones. El brasileño apareció en el momento preciso. Justo cuando el Barça ya sólo jugaba para salvar los puntos y el Espanyol contaba cuanto quedaba para clavar la bandera blanquiazul en el Camp Nou. Resistieron los periquitos tres cuartos de partido para acabar encajando una goleada en once minutos. La historia de cada temporada. No gana el Espanyol en el estadio desde el año que Maradona se puso la casaca azulgrana. Brindisi esterilizó al Barça de mala manera, con un juego cicatero, guarro incluso en los momentos de más apuro, aunque siempre orgulloso. No pudo, sin embargo, con la fecundidad de Rivaldo, un futbolista que no sabe de marcas, ni de sistemas ni de órdenes. Le ha dado a Van Gaal por agitar la alineación, tocar un equipo muy estable y solvente durante el curso pasado -una forma de combatir la rutina- y rotar al plantel aun a riesgo de sembrar cizaña. Dejar a Luis Enrique en casa después de un paseo triunfal con la selección es más una declaración de guerra que una decisión táctica. Mucha cháchara con Nano y ya está en el filial. Tanto jaleo por fichar a los De Boer, y ayer les sentó en el banquillo. Mal asunto. La ausencia de Frank de Boer pesó más que la presencia de Bogarde hasta la lesión de Déhú.
Barcelona: Hesp; Reiziger (Ronald de Boer, m
66), Bogarde, Déhu (Frank de Boer, m. 35), Sergi; Gabri (Zenden, m. 74), Guardiola, Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo.Espanyol: Cavallero; Cristóbal, Rotchen, Pochettino, Navas; Sergio, Galca, De Lucas (Corino, m. 46), Arteaga (Tamudo, m. 66); Martín Posse y Benítez (Roger, m. 59). Goles: 1-0. M. 75. Pase de Kluivert a Rivaldo, que éste, a la media vuelta y deshaciéndose de Cristóbal, envía con la izquierda a la red. 2-0. M. 84. Centro de Zenden desde la derecha, cabezazo de Cocu que habilita a Kluivert, quien marca un golazo. 3-0. M. 85. Kluivert asiste a Rivaldo, que marca por bajo. Árbitro: Fernández Marín, del colegio valenciano. Mostró tarjeta amarilla a Cocu, De Lucas, Benítez, Corino, Frank de Boer y Zenden. Expulsó a Figo (m. 47) y a Pochettino por doble amonestación (m. 47). Camp Nou. Casi lleno. Unos 90.000 espectadores. Partido de la tercera jornada de Liga. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento, el pasado viernes, de Oriol Tort, coordinador del fútbol base del Barcelona, y el ex jugador Emili Aldecoa. Guardiola, capitán azulgrana, recibió de manos de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española, la copa que acredita al Barça como campeón de la pasada edición de la Liga.
El Espanyol buscó el cuerpo a cuerpo, la refriega, un partido muy físico. Presionó muy arriba con Posse y Benítez, De Lucas tapó a Guardiola, y el trío argentino Rotchen-Pochettino-Navas marcó la raya mientras Cristóbal ejercía de policía de Rivaldo.
El Barça se encontró con un encuentro muy trabado, que no le convenía, con dificultades para combinar, apurado por el juego de presión y anticipación del contrario no tuvo una línea de juego sana porque el Espanyol había llevado el partido a donde quería. El fútbol de dentellada de los blanquiazules, sin embargo, intimidó más a la hinchada culé que al equipo de Van Gaal. Llegó el Barça con puntualidad al marco contrario. No cerró bien el Espanyol el espacio generado por la alineación de tres centrales y la desubicación de Cristóbal, y Figo habilitó a Cocu y Kluivert por igual con un buen surtido de pases interiores. Cavallero salvó entonces cada remate de los puntas azulgrana.
Las disfunciones creadas por Figo las solventó muy pronto Pochettino. Le metió la pierna de mala manera y el portugués se buscó la ruina con una respuesta de crío. La jugada acabó con los dos futbolistas en la caseta. El equipo blanquiazul se tapó mejor que nunca al tiempo que el azulgrana perdía fuelle como colectivo pese a que la entrada de Frank de Boer le había dado clarividencia en ataque y en defensa. Había llegado la hora de apelar a Rivaldo. O el brasileño o buscarse la vida en una refriega en el área. Fue el propio Rivaldo el que se metió en la guarida del Espanyol para zanjar la disputa. Perdieron los blanquiazules el sitio y los azulgrana, cabreados por tanto azote, les devolvieron golpe por golpe hasta meterles un par de goles más que dejan el contenido del choque y el argumento españolista en nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.