El juez del 'caso Brouard' encarcela a Masa y Sancristóbal por organizar y pagar el crimen
El juez del caso Brouard encarceló ayer al exdirector de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal y al teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa por su participación en la "organización y financiación" del asesinato del dirigente de HB Santiago Brouard, según recoge el auto de prisión sin fianza dictado contra ambos. El juez cree que las "incriminaciones" realizadas el miércoles contra ellos por el presunto asesino del pediatra abertzale Luis Morcillo "agravan de forma importante" la situación procesal de ambos y, ante el riesgo "real" de fuga, los envió a prisión.
El juez envió a Masa a la prisión de Alcalá Meco (civil) pese a que desde finales de agosto -tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado- el miembro del instituto armado recuperó su rango militar de teniente coronel que perdió por la condena por torturas en el caso Linaza. Sancristóbal fue encarcelado en Ocaña. Entre otros razonamientos, además del riesgo de fuga, el juez cita en el auto de prisión el "potencial peligro que contra la vida e integridad física del procesado Luis Morcillo Pinillos" existe por parte de ambos, "máxime cuando aquéllos en 1989 propiciaron y financiaron la huida de Morcillo del país, evitándose con ello que se le vinculara con la investigación.
El encarcelamiento ordenado ayer por el juez instructor del caso contra ambos procesados fue la crónica de un auto de prisión anunciado después de que Morcillo descorriera durante la tarde noche del miércoles el velo encubridor que él mismo había desplegado desde hacía más de una década en el caso.
Con el guión ya escrito desde la noche anterior, tal y como denunciaron las defensas de ambos procesados y ayer encarcelados, Masa y Sancristóbal acudieron a la llamada del juez -quien a última hora retiró la orden de detención- por su propio pie conocedores de que su suerte estaba echada. Quizá por eso, Sancristóbal, antes de declarar ante el juez, se despachó a gusto contra el ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, contra el letrado acusador, Emilio Rodríguez Menéndez, y contra el propio magistrado instructor, José Luis González Armengol. A los dos primeros les acusó de practicar una "sucia venganza" por el papel jugado por Sancristóbal en el juicio de Segundo Marey al implicar a Vera y al propio ex ministro, José Barrionuevo.
Intento de recusación
A su juicio, esa estrategia de vendetta diseñada hace ya meses en despachos de abogados con material sensible de Interior se está desarrollando con "la colaboración activa de la instrucción" del caso Brouard. Existe un "interés muy claro" en establecer en la persona de Sancristóbal "un tope" en la responsabilidad de los GAL ante los juicios pendientes por los asesinatos de este grupo terrorista financiado y organizado desde los aparatos del Estado en la etapa socialista. Por eso, los letrados de ambos intentaron ayer recusar al juez instructor aduciendo enemistad manifiesta del magistrado con Masa y Sancristóbal y amistad con una de las partes personadas en el caso, en alusión al letrado de la acción popular, Emilio Rodríguez Menéndez. El juez, sin entrar en el fondo de las recusaciones, no las admitió y recordó a las defensas, en un auto, que los preceptos invocados están "plenamente derogados" desde julio de 1985. También se negó a practicar un careo de ambos con Morcillo.
Los incidentes dentro del juzgado no finalizaron ahí. La temperatura fue subiendo y, cuando Masa se disponía a realizar una declaración ampliatoria le espetó al juez, que en esos momentos se encontraba tomando notas, que le escuchara y "dejara de hacer garabatos", en un tono que molestó profundamente al instructor por lo que dedujo testimonio. Los abogados de Masa, María José Cánovas y Julio Coca -quienes anunciaron ayer que recurrirán la prisión- calificaron la instrucción de "inquisitorial" y la vistilla celebrada ayer de "pantomima". Ambos dicen que aquí se "compran libertades" con testimonios orientados "hacia lo que el juez quiere oír y para afianzar su instrucción", en referencia a la excarcelación lograda tras las declaraciones incriminatorias realizadas en julio por el expolicía José Amedo contra los nueve procesados y el miércoles por el propio Morcillo contra el que llegó a ser padrino de uno de sus hijos, Rafael Masa.
Tanto Amedo como el casi sexagenario Morcillo (sin recursos y enfermo del corazón) disfrutan ahora de libertad después de haber posibilitado con sus testimonios desentrañar parte de las supuestas implicaciones de altos responsables del Estado en este asesinato, ocurrido hace 15 años. La acusación particular en nombre de la familia Brouard ha recurrido ambas libertades.
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