La dirección del PP impone portavoz a sus ediles de Elche

El pediatra Fernando Vargas recuperará en breve la dirección del grupo de concejales del PP de Elche después de que la dirección provincial del partido en Alicante, comandada por los dirigentes regionales, impusiera anoche la disciplina en una reunión en la que se obligó a los ediles díscolos a dar marcha atrás en la defenestración de Vargas, realizada bajo la acusación de haberse aliado con el presidente local, Manuel Ortuño.

La dirección regional del PP optó finalmente por su habitual fórmula magistral para resolver conflictos internos: consensuar posturas desde la imposición. La semana pasada, 9 de los 12 concejales de que este partido dispone en el Ayuntamiento de Elche decidieron cesar a Fernando Vargas como portavoz, y nombrar como sustituto a Francisco Sánchez Ferrer, que aceptó un cargo que posiblemente no llegará a estrenar. Para quien no siga de cerca el devenir del PP en Elche, la situación puede resultar kafkiana. Vargas cayó en desgracia entre sus compañeros porque, supuestamente, había mantenido contactos con el presidente local, el diputado autonómico Manuel Ortuño, al que consideran un enemigo y responsable de los conflictos internos que han desembocado en una disminución del apoyo electoral y la consolidación de la izquierda en el poder local. Según los ediles díscolos, Vargas habría mantenido diversos encuentros con Ortuño a lo largo del verano para pactar la lista de compromisarios que representarán a Elche en el congreso regional del PP, convocado para el día 24, y la composición de la gestora que se hará cargo de la formación en Elche después de esa fecha. Los concejales, irritados por este supuesto pacto sobre el que no fueron informados, cambiaron de portavoz sin consultar previamente con la dirección, que avala a Vargas como hombre fuerte capaz de derrotar a los socialistas en las urnas y pacificar el partido. Los dirigentes del PP consideran que difícilmente se puede cuestionar la labor de Fernando Vargas como portavoz si no ha tenido tiempo material de ejercer como tal. Parten de la base de que Vargas fue elegido en julio, después de la dimisión del cabeza de lista, Manuel Serrano, por el fracaso electoral, y la actividad municipal ha sido nula en agosto. "El hecho de que el portavoz municipal mantenga contactos con Manuel Ortuño es normal, porque no deja de ser el presidente del partido en Elche", alegan. En cambio, para la mayoría del grupo municipal el presidente local es tan sólo un lastre con el que no se debe mantener contactos. La consigna que el coordinador provincial en Alicante, Juan Manuel Cabot, trasladó ayer a los concejales ilicitanos es para leer entre líneas: que reflexionen y estimen la conveniencia de variar su postura. La dirección del PP considera que sus ediles están "algo confusos" sobre el funcionamiento interno del partido, que simplifican en que decisiones del calibre del nombramiento de un portavoz municipal deben ser previamente autorizadas por la cúpula de la organización. Tras asumir la disciplina del partido, los concejales deben ahora restablecer en la portavocía a Vargas, lo que les obliga a dejar sin efecto la votación y el escrito registrado en el Ayuntamiento comunicando al alcalde, el socialista Diego Macià, el nombre del nuevo portavoz. Más allá de la solución impuesta, y que en las próximas semanas se demuestre si es efectiva o ficticia, es evidente que el conflicto interno se mantendrá en el PP de Elche hasta que las bases elijan una nueva dirección. Eduardo Zaplana y el presidente provincial, Julio de España, han decidido crear una gestora provisional para arrebatar a Manuel Ortuño las riendas del partido. Los estatutos del PP, sin embargo, frenan este tipo de actuaciones excepcionales en pleno proceso congresual, por lo que la gestora no podrá ser nombrada al menos hasta después del 24 de septiembre, fecha en que los populares valencianos reelegirán a Eduardo Zaplana como presidente regional.