El acuerdo de Gobierno para Melilla confirma en la presidencia a Aberchan

El Partido Independiente de Melilla (PIM) y Coalición por Melilla (CPM), los dos únicos partidos que forman ahora el Gobierno de la ciudad autónoma, hicieron público ayer el acuerdo de gobernabilidad al que han llegado en estos días, tras la ruptura con el GIL del partido del presidente Mustafa Aberchan. En una de las cláusulas se especifica que el PIM renuncia a cualquier reclamación sobre la presidencia de la ciudad y que mantendrá su apoyo a Aberchan.

El documento, con ocho cláusulas, ha sido rubricado por Francisco Robles, de la ejecutiva del PIM, y Benaisa Ahmed, de CPM y hermano de Aberchan. "El acuerdo es una relación de objetivos mínimos, consensuados y susceptibles de ampliación a medida que los suscriban otros grupos de la Asamblea", según Ahmed.El acuerdo prevé la creación de una comisión de seguimiento y control del acuerdo, que también será la encargada de resolver cualquier discordancia no resuelta por el consejo de Gobierno. El pacto incluye también la exigencia de la aprobación definitiva del Régimen Económico y Fiscal, la reclamación de transferencias de determinados tributos y la jornada laboral de 35 horas.

Oferta a socialistas y UPM

Tanto el PIM como Coalición por Melilla han pedido a Unión del Pueblo Melillense (UPM) y al PSOE que se sumen a este pacto de gobernabilidad para terminar ya con esta situación de inestabilidad. Enrique Palacios, dirigente del PIM, en todas sus declaraciones siempre matiza que tiende la mano a los partidos progresistas, y que en "ese elenco de partidos no entra la derechona del PP".Para el próximo lunes se auguran nuevos momentos de tensión política, ya que para ese día están fijados los consejos de administración de las sociedades públicas: Envismesa, que controla la vivienda y el suelo, y Promesa, dedicada al fomento de la creación de nuevas empresas a través de los fondos europeos. En estos consejos se elegirá al presidente y vicepresidente de cada sociedad.El PSOE dice estar a la expectativa para comprobar si nuevamente "el PP vota con el GIL a los candidatos o si se abstiene sabiendo que con su abstención le da cotas de poder al GIL".

Aberchan, por su lado, manifestó ayer a Efe que intensificará las negociaciones con los diferentes partidos para evitar que el Grupo Independiente Liberal (GIL) consiga controlar las empresas locales de vivienda y empleo, con 1.500 y 3.000 millones de presupuesto, respectivamente. Por contra, el líder de UPM, Juan José Imboda, aseguró ayer que votará a los candidatos que la oposición presente para presidir esas empresas, ya sean del PP o del GIL. "Es lo lógico al estar en la oposición, porque no tendría lógica respaldar a un miembro del equipo de gobierno o del PSOE", explicó.

Precisamente ayer, el secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, arremetió contra el PP por favorecer el jueves con su abstención la elección de un miembro del GIL de Jesús Gil como vicepresidente de la empresa Inmusa, que controla la televisión local de Melilla. Jáuregui reclamó a la dirección nacional del PP que aclare si ello se debe a que existe un pacto con el partido de Gil, pues si se confirmara, el secretario general popular, Javier Arenas, "tendría que acabar tragándose los ataques que lanzó a los socialistas durante todo el mes de agosto".

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, también terció ayer durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el asunto de Melilla y en la entrada del GIL en los órganos directivos de la televisión local gracias a la abstención del PP. Piqué calificó este hecho como "una circunstancia meramente anecdótica" y recordó: "Estamos ante una situación provocada por el abandono de los acuerdos por militantes del PSOE". El ministro de Industria concluyó: "No debemos desviar la atención de lo que realmente ha pasado en Melilla y Ceuta".