_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Centro-izquierda plural

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, contará con listas electorales de coalición de izquierdas en tres de las cuatro circunscripciones electorales catalanas: Lleida, Girona y Tarragona. Iniciativa per Catalunya-Els Verds y los socialistas catalanes, junto a los independientes de las plataformas de Maragall (Ciutadans pel Canvi), ofrecerán así una lista única en las tres demarcaciones donde Convergència i Unió viene consiguiendo sus mejores resultados en las elecciones autonómicas. En Barcelona, en cambio, donde se concentra el 80% del censo y donde ambas formaciones tienen suficiente arraigo por sí mismas, Iniciativa y PSC se presentarán por separado.No puede ser más clara la aritmética de la operación entre dos fuerzas que ya han manifestado su voluntad de formar grupos parlamentarios separados pero para gobernar juntas: se coligan allí donde el sistema electoral perjudicaría a la izquierda si concurre dividida, y van por separado en la mayor circunscripción, donde este efecto no se produce. Las fuerzas que ambicionan el espacio electoral de Iniciativa -Esquerra Republicana y Esquerra Unida i Alternativa, el partido de Anguita en Cataluña- han intentado identificar la operación con el abandono del espacio ecosocialista por parte de Iniciativa. El Partido Popular, por su parte, ha querido presentar la coalición como un desalojo del centro político por parte de Maragall. En la misma línea ha reaccionado Pujol, que considera más difícil a partir de ahora la penetración del candidato socialista en su electorado. Pasqual Maragall se ha ofrecido desde el primer día como candidato unitario del conjunto de la izquierda, pero también como única alternativa realista para renovar la vida política catalana, anquilosada y con vicios de funcionamiento muy arraigados después de 19 años de pujolismo. Es decir, con voluntad de captar también el voto de los sectores de las clases medias que se han cansado de Pujol: ex votantes de CiU y también de otros partidos que no ven otra posibilidad de cambio que la representada por el ex alcalde de Barcelona.

Hasta ahora, Maragall no había conseguido materializar sus sucesivos proyectos de partido demócrata a la americana, de Olivo a la italiana o de Izquierda plural a la francesa. Sólo sus plataformas independientes agrupadas en Ciutadans pel Canvi apuntaban en esta dirección. Ahora ha franqueado un primer paso, de suficiente entidad si se mide por la reacción de sus competidores. El siguiente, con la confección de las listas y la colocación de los candidatos no socialistas, revelará la fuerza de Maragall en su propio partido y su capacidad para marcar el ritmo político por encima de intereses estrictamente partidistas.

De ello depende en buena medida la posibilidad de recuperar algo de la dinámica unitaria de los inicios de la transición, cuando las fuerzas de izquierda eran ampliamente mayoritarias en Cataluña.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_