La Confederación Hidrográfica del Sur culpa a la Junta y 25 ayuntamientos malagueños por las restricciones de agua
La Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) no asume ninguna responsabilidad por las restricciones de agua que sufren desde hace varias semanas 25 municipios malagueños. Al, contrario, su presidente culpó ayer de esos cortes a la Junta y a los propios ayuntamientos afectados. Según José Antonio Villegas, las restricciones son consecuencia de las fugas que tienen en sus redes de abastecimiento, que oscilan entre el 40 y el 60%, y que se producen por la falta de mantenimiento de las tuberías y "la incompetencia" en la gestión. Villegas recalcó que desde hace 15 años la red de abastecimiento domiciliaria es competencia de los ayuntamientos, mientras que la de regadíos depende ya de la Consejería de Agricultura. "El despilfarro no es nuestro", dijo Villegas para refutar al consejero Paulino Plata que el día anterior culpó a la CHS de dilapidar los recursos. Confederación estima que con los 300 hectómetros cúbicos que quedan en los embalses y los 200 que pueden extraerse de los acuíferos, hay agua suficiente para año y medio. Para Villegas, las restricciones se producen porque "quienes tienen que gestionar los recursos, los ayuntamientos y la Junta, no están cumpliendo". La CHS esgrime un real decreto de 1984 para aclarar que sólo es responsable de la red principal de distribución donde las pérdidas "son pocas" debido a que la administración central invierte en su reparación. A cuentas de las restricciones, Junta y confederación se han enzarzado en una dura polémica que ayer tuvo una nueva vuelta de tuerca con las palabras de Villegas, quien acusó a la administración autonómica de utilizar el agua como arma arrojadiza para deteriorar la imagen de la CHS. Polémica aparte, el presidente del organismo anunció que la presa de Casasola, ubicada cerca de la capital, está concluida, aunque faltan unas obras complementarias que finalizarán en primavera. Sin embargo, este pantano, no puede paliar la actual sequía ya que hasta ahora no tenía capacidad para embalsar agua. "Será un recurso, pero cuando llueva", apuntó Villegas. Desde la Confederación tampoco se asumen responsabilidades por la tardanza en la finalización de la presa. "El retraso no es imputable a esta administración porque cuando llegó se la encontró parada y en cimientos", se quejó el presidente de la CHS. Actualmente los embalses de la provincia están al 50% de su capacidad. Confederación tiene ya elaborado un plan para la entrada en funcionamiento progresiva de acuíferos en caso de que las reservas sigan descendiendo, que podrían aportar entre 180 y 200 hectómetros cúbicos, es decir las dos terceras partes de lo que al año se destina a consumo humano (100 hectómetros cúbicos) y regadíos (200 hectómetros cúbicos). Hoy la Mesa de la Sequía, convocada por la Diputación, estudiará medidas urgentes para hacer frente a la falta de agua.
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