El PSC e Iniciativa-Verds suman fuerzas para disputar la mayoría a Pujol en sus feudos

Pasqual Maragall ha dado un nuevo paso para disputarle la presidencia de la Generalitat a Jordi Pujol en sus feudos. El candidato socialista ha conseguido que su partido, el PSC, y los ecosocialistas de Iniciativa per Cataluña-Verds (IC-V) formen una candidatura conjunta en las tres provincias donde hasta ahora CiU ha arrasado en todas las elecciones autonómicas, las de Tarragona, Lleida y Girona. Ambas fuerzas irán por separado en la provincia de Barcelona, donde reside el 80% de la población, lo que les permite mantener sus respectivos perfiles políticos.

El acuerdo fue ratificado ayer por la comisión ejecutiva y el consejo nacional del PSC y hoy le dará su aprobación la dirección de IC-Verds. En el consejo nacional del PSC fue aprobado por unanimidad. El primer secretario, Narcís Serra, presentó este pacto como la mejor fórmula para conseguir "la máxima eficacia electoral" y advirtió que no pretende la unión de los partidos firmantes. Al contrario, dijo, "es un reconocimiento de la pluralidad de la izquierda".La coalición llevará el nombre de las tres fuerzas que la compondrán: PSC-Ciutadans pel Canvi-Iniciativa-Verds. Ciutadans pel Canvi está integrada a su vez por 80 plataformas de ámbito local y comarcal creadas por independientes que apoyan a Maragall. Los diputados que resulten elegidos por esta coalición se integrarán en el grupo parlamentario de cada partido, que habrá concurrido a las elecciones con su propio programa. Los candidatos de IC-V ocuparán el puesto número 5 en Tarragona y Girona y el número 6 en Lleida.

Los aspectos políticos que han hecho posible esta candidatura conjunta formarán parte de una declaración que será dada a conocer en los próximos días. Pero fueron adelantados ayer por el portavoz de IC-Verds, Jordi Guillot. Se resumen en la convicción compartida de que en las próximas elecciones autonómicas se plantea "la disyuntiva entre cambio o continuidad del pujolismo". Y la certeza de que donde se decide esta batalla, añadió, es en los feudos de CiU.

Pero, además, el pacto fue calificado por Maragall, que aspira a darle continuidad, como "un primer paso hacia lo que será la fuerza central de la política catalana dentro de poco tiempo". El rival de Pujol la definió como una fuerza de centro-izquierda, progresista, liberal y abierta".

El acuerdo es también fruto, como explicó Guillot, de la voluntad de conseguir que no se pierdan los votos de izquierda en Lleida y Girona, donde su partido no consigue obtener escaño pese a superar la cota mínima del 3% exigida por la ley electoral. En los anteriores comicios autonómicos, IC-Verds obtuvo 10 diputados en Barcelona y uno en Tarragona, pero ninguno en Lleida y Girona, donde recibió el 4,5% de los votos.

El cálculo de los dirigentes del PSC y de IC-Verds, que a lo largo de la semana pasada han negociado contrarreloj para lograr este acuerdo, es que éste tenga un efecto multiplicador en las tres circunscripciones.

En las anteriores elecciones, CiU consiguió en total 26 escaños en las provincias de Tarragona (9), Lleida (8) y Girona (9), frente a 12 del PSC y uno de IC-Verds. Reducir esta distancia es imprescindible para ganar las elecciones. La desigual distribución territorial de la población y del voto en Cataluña permite la posibilidad, en caso de un resultado muy ajustado, de que la candidatura de Maragall obtuviera en conjunto más votos, pero menos escaños. Eso es lo que sucedió en las elecciones autonómicas de 1995 entre ERC e IC-Verds. Los republicanos obtuvieron 13 escaños, dos más que IC-V, pese a recibir 8.000 votos menos en el conjunto de Cataluña.

Pujol acogió la formación de esta coalición con comentarios irónicos acerca de su triple denominación y augurando que se disolverá el día siguiente al de las elecciones. Afirmó que "clarifica el escenario electoral, porque forma parte de la lógica que Maragall se entienda con Ribó. No es una sorpresa", aseguró. Destacó, sin embargo, que Maragall ha sido incapaz de aglutinar a todos los sectores ideológicos que pretendía reunir desde el lanzamiento de su candidatura, porque un acuerdo entre PSC e IC-Verds no significa trascender el ámbito de influencia de la izquierda.

Críticas de ERC

La ocasión fue aprovechada por el líder de ERC, Josep Lluís Carod, para lanzar un nuevo ataque contra Maragall y el presidente de IC-Verds, Rafael Ribó, informa Lali Cambra. Carod dijo de ambos dirigentes que son dos políticos "procedentes de las clases altas de Barcelona, por lo que es lógico que se entiendan entre ellos". Coincidió con Pujol en que la existencia de esta coalición "clarifica la situación politica", porque, según él, equivale a "la firma pública del certificado de defunción de Iniciativa". Maragall invitó ayer mismo a ERC a sumarse a la coalición.

Como el PP, ERC lucha en estas elecciones para impedir la polarización entre Maragall y Pujol. Esquerra rechazó hace más de un año cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo preelectoral para plantear una alternativa conjunta de izquierdas a Pujol.