Hallado un yacimiento romano en una mina de Cerro Muriano

El trabajo de campo arqueológico realizado este verano en las minas de cobre de Cerro Muriano (Córdoba) ha dado sus frutos. En las excavaciones se han descubierto importantes restos de época romana que ayudarán a interpretar la actividad minera de la época. Entre los elementos encontrados, destacan cinco piletas, en buen estado de conservación, y el muro de la estructura en la que se ubicaba la administración de la mina, según explicó el arqueólogo Fernando Penco, director de la excavación. La importancia del hallazgo no radica tanto en los materiales encontrados como en los que aún podrían permanecer enterrados. En este sentido, el trabajo se ha reducido al estudio de 50 metros cuadrados, cuando la dimensión total del Cerro de la Coja, en el que se encuentra el yacimiento, supera los 8.000 metros cuadrados. Asimismo, Penco aseguró que, junto a este yacimiento, existen otros 15 distribuidos por los alrededores. El conjunto de restos respondería a un asentamiento originado por la riqueza de la mina. La teoría del director de la excavación cobra aún más fuerza si se tiene en cuenta el descubrimiento, en 1991, de dos tumbas romanas, a apenas 500 metros de los nuevos hallazgos. El estudio de la zona surgió a raíz de una investigación del departamento de Arqueometalurgia de la Universidad Complutense de Madrid, al que pertenece el propio Penco. Una vez iniciadas las obras, aparecieron algunos restos que aconsejaron iniciar una investigación arqueológica, fruto de la cual han salido los nuevos hallazgos. El campo de trabajo, desarrollado en los meses de julio y agosto, ha contado con la supervisión de tres arqueólogos y la colaboración de 60 personas participantes en el mismo. Por otra parte, la Consejería de Cultura anunció ayer la puesta en marcha de la segunda fase de la restauración de los revestimientos murales del conjunto arqueológico de Medina Azahara, tras finalizar en julio la primera. Los trabajos realizados hasta el momento han beneficiado a las viviendas de Yafar y de servicios, y a una pieza de las habitaciones anejas al salón de Abderramán III.