Las oficinas del edén
Las termas de Alicún son una buena oferta de turismo interior
En 1554, el entonces obispo de la Diócesis de Guadix, monseñor Martín de Ayala, calificó las baños árabes como "oficinas del infierno en la tierra". Lo hizo, al parecer, por el libertinaje y la promiscuidad que los caracterizaba. Aunque si visitó las cercanas termas de Alicún de las Torres, a unos 40 kilómetros al norte de Guadix, pudo encontrar indicios más elocuentes de la presencia del maligno: las aguas de este balneario granadino son sulfatadas y manan cálidas a 34,5 grados centígrados. La familia Medialdea, propietaria del establecimiento desde hace más de un siglo, ha querido crear en este lugar una alternativa para las vacaciones tradicionales. "Alicún es un balneario moderno que combina una cuidada atención sanitaria con una completa oferta turística", explica el gerente, José María Medialdea. Las aguas tienen buenas cualidades para combatir alergias, reúma, artritis, estreñimiento y estrés. En 1998, casi 1.500 personas acudieron a Alicún para someterse a sus diversas terapias: baños, duchas a presión, saunas secas y de vapor, lodoterapia, inhalaciones, hidromasaje... La mayoría de los visitantes acuden en viajes organizados por el Inserso. "De hecho", aclara Medialdea, "la edad media de nuestros clientes es de 63 años". Sin embargo, el número de jóvenes crece gracias a una completa oferta de ocio en la que la estrella es una gran piscina termal al aire libre. En ella, el agua mantiene una temperatura de 24 grados. Junto a ella existe una barbacoa ciclópea, con una chimenea de 15 metros de alto, donde se puede preparar la pitanza de las excursiones. Además, la abundante y cuidada vegetación del complejo contrasta con el típico paisaje desértico de la comarca de Guadix. Para los más jóvenes se está construyendo un cámping. El balneario, abierto del 8 de marzo al 7 de diciembre, ya dispone de un hotel de dos estrellas con dos paquetes de alojamiento y tratamiento termal: quince días por 95.800 pesetas y ocho por 55.000. Los orígenes del balneario de Alicún podrían ser romanos o árabes. Aunque el primer propietario acreditado fue el Marqués de Santa Cruz, allá por 1569. De él, a través de su hermana monja, pasó a manos de una orden religiosa. Esta seráfica propiedad, unida a la ilustre visita del Cardenal Cisneros y las bonanza de sus aguas, contribuye sin duda a redimir estas termas y convertirlas en sucursal no del infierno, sino del paraíso.Dirección Carretera de Gorafe, s/n Villanueva de las Torres (Granada) Teléfono 958 694022 Precio Ocho días: 55.000 pesetas Indicaciones Afecciones digestivas, respiratorias y reúma.
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