La banda regaña a Lizarra

"Nos consta que hay una queja formal de ETA a los partidos y grupos del Pacto de Lizarra por sus indiscreciones", reveló ayer el portavoz del Gobierno en réplica a la acusación de indiscreción que ETA formula al Ejecutivo en la nota de prensa que la banda difundió el jueves por la noche.Piqué trataba así de desmontar la excusa utilizada por ETA para suspender los contactos con el Gobierno. Negó rotundamente que la palma de la indiscreción sobre la marcha del proceso de paz se la lleve el Ejecutivo y la trasladó, por contra, a los partidos del Pacto de Lizarra y al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, con argumentos claros. En el caso de Arzalluz, por sus declaraciones al diario norteamericano The New York Times, en las que revelaba datos inéditos sobre el proceso de paz. "El documento de ETA, crítico con los partidos del Pacto de Lizarra por sus indiscreciones, existe. Las declaraciones [del líder del PNV] al diario norteamericano existen", enfatizó el portavoz. También recordó cómo las críticas de ETA al papel desempeñado por los medios de comunicación no son nuevas. Y en este sentido recordó que un comunicado de ETA del pasado mes de febrero ya se acusaba a la prensa de "manipuladora" por sus informaciones sobre la marcha del proceso de paz.

También replicó Piqué a la crítica que el portavoz de HB, Joseba Permach, dirigía el jueves al Gobierno por incumplir el compromiso de dar carta pública de naturaleza al único contacto que mantuvieron delegaciones del Ejecutivo y de la coalición abertzale el 11 de diciembre de 1998 en las cercanías de Burgos.

"El Gobierno no ocultó nada", respondió Piqué, y recordó cómo una semana después, el 18 de diciembre, el propio presidente del Gobierno, José María Aznar, leía un comunicado en el Palacio de la Moncloa en el que expresaba su disposición a hablar con todos los partidos representados en el Parlamento Vasco, sin exclusiones, en clara alusión a HB, y que así fue interpretado por todos los medios.