Desconfianza

Las horas previas a la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre los tipos de interés han discurrido con total normalidad para los mercados de valores, con la excepción del español.La bolsa española era, junto con la de Lisboa, la única de Europa que registraba un descenso, aunque en ambos casos era de poca magnitud. Para algunos de los asistentes al parqué madrileño, no era tanto la cuantía del descenso como el no poder seguir al resto de los mercados en la dirección positiva. El índice general de Madrid perdió el 0,10%, mientras que la Bolsa de Nueva York subió finalmente un 1,79%, 199 puntos y marcó un nuevo récord (11.299,70 puntos), en el convencimiento de que la FED sólo elevaría en un cuarto de punto los tipos de interés.

A los inversores españoles empieza a pesarles una coyuntura económica a la que la buena suerte parece haber dado la espalda. La inflación, uno de los elementos más llamativos, se mantiene un punto por encima de la media comunitaria y todo indica que en este mes de agosto las cosas pueden empeorar. El petróleo se ha situado por encima de los 21 dólares y en el mercado de futuros para las entregas hasta octubre también se mantiene en ese nivel. Los problemas que los inversores empiezan a detectar están en ese comportamiento de los precios que puede hacer perder más competitividad a la economía española justo cuando existe cierto consenso sobre el despegue del resto de los países de la UE.

La contratación en el mercado continuo fue de 90.218 millones de pesetas, 542,22 millones de euros, de los que más de la mitad se concentraba en tres valores. El juego del mercado en estos días del verano se centra en el arbitraje con el mercado de futuros, lo que reduce el número de participantes a los 35 valores del Ibex.

El euro cedió terreno ante el dólar hasta alcanzar 1,0606 según el cambio del BCE, aunque a última hora de la tarde cotizaba a 1.0480 dólares.