Rusia no consigue aplastar la rebelión en Daguestán en el plazo fijado

Mañana se cumple el plazo en el que, según el nuevo primer ministro ruso, Vladímir Putin, las tropas rusas debían aplastar a los rebeldes islamistas que declararon un Estado independiente en las montañas de Daguestán. Y lo cierto es que no parece que el Ejército ruso, a pesar del optimismo que rezuman sus portavoces, vaya a lograr ese objetivo.La ofensiva rusa se ha intensificado en las últimas horas, pero las informaciones, confusas hasta el momento, apuntan a que Moscú no ha recuperado el control de la estrategica población de Tando tal y como anunció ayer a primera hora el Ejército. Poco después, a través de Internet, los islamistas dijeron haber repelido el ataque y haber "aplastado" a una unidad rusa. Es más, el portavoz de los separatistas, Movladi Udugov, explicó que los muyahidin (luchadores, en árabe) habían conquistado en las últimas horas dos nuevas aldeas: "Miarso y Arsheno".

Moscú insiste también en que, en las dos semanas de combate, unos 700 guerrilleros han muerto, algo que confirman las autoridades locales. Sin embargo, el líder rebelde, Shamil Basáyev, indicó que sólo han sufrido 20 bajas y, en una entrevista con un diario checheno, asegura que sus tropas "expulsarán a los rusos de Daguestán".