Playa de Regla: a la luz del faro

Reconocida como una de las mejores playas de la provincia de Cádiz, Regla, en Chipiona está limitada por el faro construido en 1867 y por el emblemático monasterio de Nuestra Señora de Regla, cuyo origen data del siglo XIV. Sus 1300 metros de costa son punto tradicional de encuentro de turistas sevillanos y de los propios chipioneros. Durante el día mantiene su calidad de playa familiar, transformándose durante la noche en lugar de ocio para los mas jóvenes por sus muchos locales abiertos en el paseo marítimo y la iluminación nocturna del mismo. AGUA En constante renovación. En la fachada atlántica de la provincia, sus aguas se renuevan permanentemente, lo que facilita su depuración natural. El SAS garantiza sus buenas condiciones higiénicas. ARENA Fina y dorada. Las arenas son sometidas diariamente a un proceso de limpieza y oxigenación por los servicios de playa de la ciudad. Cuenta la historia que los marineros de Colón al llegar a América encontraron arenas idénticas a las de Regla. INSTALACIONES Para todas las edades. El Ayuntamiento ha dispuesto zonas deportivas con competiciones diarias y talleres de educacion ambiental para los pequeños dos veces en semana. Desde Regla se organizan visitas guiadas al faro, a las dunas y los corranes de pesqueria. SERVICIOS DE URGENCIA Todo lo necesario. 58 personas se encargan diariamente de la atencion, vigilancia y mantenimiento de Regla. Dos módulos de atención médica. La asistencia para casos de urgencia en el mar y en tierra es desarrollada por unidades de Protección CivilLA TAPA Mariela Club Situado en la playa de Regla, en la zona más virgen de éste litoral, Mariela Club ofrece a los visitantes un descanso a apenas 50 metros de la orilla. Enclavado en la arena y rodeado de dunas, dispone de cocina autóctona basada en los pescados y mariscos de la desembocadura del Guadalquivir. Su terraza, sobre una plataforma en la playa, se convierte durante la noche en local de copas, de obligada vista en la temporada de verano. Precios módicos. EL PLATO Langosta de pobre El que no se contenta es porque no quiere. Si los bolsillos no alcanzan para convidar a los amigos a langosta, esta receta, que en realidad lleva rape, recuerda bastante el aspecto y el sabor de ese bendito bicho debidamente cocido y pelado.: ø Preparación: Se necesita un kilo de colas de rape, dos cucharadas de pimentón dulce de buena calidad, aceite de oliva, dos dientes de ajo, una cebolla, perejil picado, seis gambas grandes, sal, hilo de cocina y papel de plata. Desleír el pimentón dulce en una tacita de aceite de oliva con sal y embadurnar con la mezcla las colas de rape, que se atarán después con el hilo de cocina a lo largo en forma de espiral y se envolverán en papel de plata. Una vez hechos los paquetes, se colocan en una cacerola donde quepan sin amontonarse y sobre ellos se ponen las gambas, el perejil, un chorrito de aceite, la cebolla cortada a cascos y un poquito de agua, para que las colas se cuezan al vapor. Tapar la olla y dejar a fuego lento 20 minutos. Cuando estén, se desenvuelven y desatan las colas y se sirven frías con mayonesa.