El Consejo de Transición de Kosovo se reúne para frenar el éxodo de serbios y gitanos
A la reunión no asistió el líder del ELK, Hashim Taçi, pero sí lo hizo el moderado Rugova
Las autoridades internacionales intentan detener el éxodo de los pocos serbios y gitanos que todavía quedan en Kosovo, tras la revancha de los extremistas albaneses de esa provincia serbia, en la segunda reunión del llamado Consejo de Transición, que ayer se desarrolló en Pristina. A la sesión no asistió el líder del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), Hashim Taçi, pero sí el dirigente moderado albanokosovar Ibrahim Rugova. El Consejo de Transición es un órgano consultivo interino que representa a los kosovares ante la administración de la ONU a la espera de unas elecciones que provean a la región de un Gobierno autónomo.En la reunión de ayer también participó el obispo ortodoxo serbio Artemio y el dirigente de los serbokosovares, Momcilo Trajkovic. Rugova exigió el fin de la violencia revanchista contra los serbios y el retorno de quienes no combatieron a los albaneses durante las campañas punitivas yugoslavas contra la guerrilla separatista.
"La vía de la solución al problema no es la recolocación de los serbios, sino sentar las condiciones de seguridad necesarias para los que todavía siguen allí y el retorno de los que se fueron, así como la creación de cantones serbios", sostuvo ayer Trajkovic. Los albaneses eran el 90% de la población kosovar antes del conflicto en la provincia. Ahora, tras las expulsiones masivas de serbios y gitanos, representan en torno al 97% de la población, y no hay muchas probabilidades de que la mayoría de los serbios que se fueron retorne, excepto bajo protección de uniformados yugoslavos.
De acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en los últimos dos meses ha huido de forma masiva de Kosovo a otros puntos de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) el 95% de los 200.000 serbios y gitanos que antes de la guerra convivían con unos 1.800.000 albanokosovares. Desde el comienzo de los bombardeos de la OTAN el 24 de marzo contra Yugoslavia, se fueron de la provincia unos 750.000 albaneses, muchos de ellos expulsados por los serbios, a los que habría que añadir los anteriormente exiliados, hasta un total de 920.000. Más de 700.000 de ellos han regresado desde junio pasado, tras la retirada de las tropas yugoslavas y el despliegue de la Fuerza Internacional de Paz para Kosovo (Kfor).
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