El alcalde de Puigcerdà acusa de sectarismo a los alcaldes convergentes que quieren boicotear el pregón de Maragall

"Si se tratase de promocionar a un candidato, lo haríamos con el nuestro, Josep Lluís Carod-Rovira". Con esta irónica afirmación respondió ayer el alcalde de Puigcerdà, Joan Carretero, de ERC, a la decisión de CiU de boicotear el pregón que Pasqual Maragall debe pronunciar el próximo domingo en la Festa del Llac de Puigcerdà. Carretero considera que la actitud de CiU no es más que "una muestra de sectarismo político". Carretero mantiene que una fiesta no tiene contenido político. "Maragall no vendrá a hacer un mitin", sentenció el alcalde. Joan Carretero aseguró que se escogió al líder socialista casi por azar, al tener conocimiento de que pasaría por el municipio durante las fiestas, de la misma manera en que en las anteriores ediciones se hizo lo propio con el doctor Joan Corbella y el parlamentario de UDC Jordi Casas. "Maragall es un personaje ilustre y que tiene vinculaciones familiares y personales con la comarca de Puigcerdà", afirmó el edil. Carretero no teme que el boicoteo al acto anunciado por el alcalde de Bellver de Cerdanya, Joan Pous, prenda entre la ciudadanía y afirma que los alcaldes de CiU "no pueden boicotear un acto al que hace ocho años que no acuden, justamente el mismo tiempo en que este municipio no está gobernado por un alcalde convergente". Carretero mantiene que CiU ha generado una polémica "absurda y estéril" y que lo que debería hacer es "preocuparse de los motivos que han hecho que el presidente de la Generalitat no suba a la Cerdanya desde hace seis años". El alcalde de Puigcerdà dijo ayer que ha dado a Pujol la oportunidad de corregir esta inexplicable ausencia, puesto que se le ha invitado a inaugurar una residencia geriátrica a mediados de próximo mes de septiembre. "No sé si esta visita también será leída en los mismos términos que la de Maragall por los miembros de CiU", afirma Carretero. El alcalde de Puigcerdà recordó, además, que hace cuatro años, a un mes y medio de las elecciones autonómicas, Jordi Pujol leyó el pregón de las fiestas de La Seu d"Urgell (Alt Urgell). "Y entonces nadie dijo ni pío", asegura. En aquella ocasión, la invitación partió del actual alcalde de La Seu, el socialista Joan Ganyet.El presidente catalán fue aclamado por las 5.000 personas que llenaban la plaza dels Oms de la capital urgellense. Pujol no ahorró palabras en su monólogo de más de media hora para glosar el notable progreso que ha experimentado el Pirineo en la última década. Fue precisamente en La Seu donde Pujol coincidió por primera vez, el 26 de agosto de 1995, con el socialista Joaquim Nadal tras la designación de éste como candidato a la presidencia de la Generalitat en las autonómicas celebradas el 19 de octubre de 1995. El encuentro entre ambos candidatos no pasó de una breve salutación amistosa, aunque las crónicas del acto señalan que Nadal aplaudió a su rival electoral en algunos momentos del pregón, repleto de referencias históricas. La polémica desatada ahora por la elección de Maragall ha despertado una enorme curiosidad y un insospechado efecto promocional ante un acto que pasaba "sin pena ni gloria", según palabras del alcalde de Puigcerdà. Maragall leerá el controvertido pregón el próximo domingo en la plaza del municipio, a la una del mediodía, después de un desfile de carrozas.