Moscú encarga la campaña de Daguestán a Defensa

El Kremlin decidió ayer encargar la jefatura de la campaña contra los guerrilleros en Daguestán al Ministerio de Defensa y nombró comandante de las operaciones a Víktor Kazántsev, jefe del Distrito Militar del Cáucaso del Norte. Con ello, el Ministerio del Interior pasa a segundo plano, lo que, según los expertos, era de esperar ante la magnitud de los combates. La aviación, la artillería y los blindados del Ejército son los principales actores de la guerra contra los secesionistas que hace una semana proclamaron un Estado islámico independiente en una pequeña zona montañosa de Daguestán.El día de ayer transcurrió con relativa tranquilidad, ya que los rusos dijeron estar reagrupando sus fuerzas para lanzar una nueva ofensiva con el fin de expulsar a los guerrilleros de los pocos pueblos que aún controlan en el distrito de Bótlij, limítrofe con Chechenia. Al mismo tiempo, hubo declaraciones contradictorias entre jefes militares rusos. "En los próximos dos días aniquilaremos a los bandidos", aseguró con optimismo el general Vladímir Kolésnikov, viceministro del Interior, y agregó que sólo en el fin de semana pasado habían causado 147 muertos a la guerrilla islámica. Entre muertos y heridos, ya serían más de un millar las bajas de los extremistas.

Mientras tanto, Anatoli Kvashnín, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, opinó que se necesitará "más de un mes" para estabilizar la situación en Daguestán. Aunque Kvashnín comparte la opinión de que los extremistas encabezados por el famoso guerrillero checheno Shamil Basáyev fracasaron en su intento de desatar una rebelión en Daguestán, considera que pueden continuar las pequeñas escaramuzas con extremistas provenientes de Chechenia.

Kvashnín justificó el nombramiento de Kazántsev como jefe de la campaña antiguerrillera explicando que en Daguestán se está en una guerra y que, por tanto, al mando de las operaciones "debe estar un hombre que disponga de más efectivos y recursos".