El incremento de la criminalidad en Argentina en un 65% hace saltar las alarmas de la inseguridad

En el tiempo que lleva leer estas líneas, un ciudadano argentino acaba de sufrir un atraco. Al fin del día, cuatro personas habrán sido asesinadas en asaltos a viviendas, comercios o sucursales bancarias. En lo que va de año, 35 de esas víctimas mortales han sido policías. El llamado Mapa Nacional del Delito, que el Ministerio de Justicia traza con las denuncias recibidas, revela que se comete un delito cada 45 segundos y que la tasa de robos, violaciones, lesiones o asesinatos aumentó el 65% en los últimos cinco años. Esta situación, junto a la presión que llega de los sectores más duros de la policía (vinculados a la dictadura militar), ha provocado la dimisión del ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arshlanian, juez que formó a parte del tribunal que condenó a las juntas militares.Las clases sociales más elevadas trabajan, comen y duermen bajo vigilancia privada. Los que no se lo pueden permitir enrejan sus viviendas, y algunos hasta cruzan alambradas de espinas por encima de las rejas que dan a la calle.

Los editoriales de los periódicos vinculan el crecimiento de los delitos a la recesión económica que se ha desatado desde hace un año y medio. En el segundo trimestre de 1999, el producto interior bruto cayó en un 4,5% y la tasa de desempleo, entre desocupados y subocupados -los que trabajan esporádicamente algunas horas al día-, creció hasta un 28,29%. Son más de 3,6 millones de personas las que no tienen un trabajo fijo y un salario mínimo seguro. El promedio de remuneración de la mayoría de los ocupados oscila entre 500 y 800 dólares mensuales (77.500 y 124.000 pesetas). Los jubilados cobran una pensión media de 200 dólares (31.000 pesetas).

El Mapa del Delito no es preciso: los funcionarios del Ministerio de Justicia admiten que "sólo uno de cada tres" ciudadanos presenta la denuncia en comisarías. Sólo el 3% de las causas iniciadas en los tribunales llega a juicio.