Lenguados, lengüetazos y curso
JAVIER MINA Dijo Montaigne: "No es de extrañar que no entendamos a los animales, pues tampoco lo podemos con los vascos y trogloditas". Como frase queda redonda, pero a uno se le revuelven las tripas ancestrales -¿acaso no sabemos desde Barandiarán que vasco y hombre de las cavernas o troglodita es lo mismo?- y se le agolpan los sapos y culebras en la glotis sabiendo que sucede igual en castellano, o sea que no se entiende, y nadie esculpe por ello frases inmortales y menos las escupe a la cara de un pueblo. Por segundo año consecutivo, es decir, tradicionalmente, me gustaría levantar, pese a detestarlos, mi propio chiringuito de verano a fin de impartirles un pequeño master donde se pruebe lo arriba dicho, a saber, que hay castella-nos ininteligibles. Cuento para ello con la desinteresada colaboración de algunos colegas un tanto deslenguados. Y empiezo. Mucha de la incomprensibilidad radica en las erratas, esos duendecillos que no existirían si se desinfectasen mejor los originales. Así, no se habrían colado ni "el agua de self", que más que con el sifón parece tener que ver con el amor propio o las terapias, "el simbólico monte Arafat" -¿será por eso un obstáculo mayor para los acuerdos de paz?-, ni este perro de prensa (gracias por el término, amigo Eder) llamado fila brasilero que "desciende de los morosos ibéricos", lo que explicaría de sobra su peligrosidad. Tampoco quisiera parecer morboso, pero no se puede tolerar lo del pobre submarinista que falleció ahogado "en las aguas de la plaza de X", aunque ni siquiera me extraña, habida cuenta de las plazas que hoy se diseñan. En el campo de la confusión promovida por la propia necedad o el apresuramiento, los ejemplos son legión. Ahí quedan ese "detenidas dos personas de nacionalidad extranjera", o "los bilbaínos conocerán con dos días de antelación la contaminación atmósférica", ¡impagable bilbainada la de saber las cosas antes de que se produzcan! Tampoco le van a la zaga el "hallan en China restos con cuatro mil años" (¿se podrá quedar el descubridor con la mitad?), o, a propósito de un quídam, el "no tiene resuelto quién será su antecesor" -que como no se refiera a un irredento vasco, no sé yo-, por no mencionar el "poner al detenido en disposición judicial", que significará que a lo mejor lo hacen juez o lo hubieran puesto a disposición de uno. Hay quien también ha escrito "campear a lo ancho", por campar a sus anchas; "carecen de necesidades básicas", refiriéndose a unos pobres que desde que salió la noticia seguro que no reciben ni peseta. Los números tampoco parecen el fuerte de ciertos tribuletes. Así se explica que existan policías tan concienzudos que pueden interrogar a un sospechoso "durante 25 años" o esas máquinas espaciales que, según el cronista, podrían viajar "a años luz en segundos", ¡hala! De hacer caso a otros virtuosos se le podrían imputar a la gente "homici-dios imprudentes" -¿los prudentes se sobreseerán?- y habría auroros detentores de "cánticos de seculares resabios" -¡ni que fueran toros!-, estrellas del espectáculo de las que se lamenta "su anticipada desaparición", pelotaris que trajeron "mucha gente al público" y restaurantes que se inauguran de una forma harto curiosa "arriando el estandarte de una cocina con personalidad". Para concluir, trasladaré algunos ejemplos de uso inoportuno o farragoso que no contribuyen ni mucho menos a la claridad. Aconseja un especialista: "Para conservar algunas verduras, la mejor recomendación es consumirlas al momento", y especifica un filósofo: "Clinton ha confesado dos pecados, el segundo está en boca de todos", ¿no fue bastante con que estuviera en la de Mónica Lewinsky? Ahora agárrense porque el parrafito que sigue se las trae: "¿Quién es, quién fue, quién seguramente seguirá siendo M. Naruse, quien, con K. Mizoguchi y Y. Ozu, fue el tercer grande del cine clásico japonés, del cine del sistema de estudios que también conoció al cuarto grande, el propio Kurosawa, y que ya había muerto cuando falleció el cineasta, en 1969?". Deseándoles que no se hayan visto reflejados en tan molesto espejo, se cierra la academia hasta el verano que viene. ¡Ciao!
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