Van Gaal desconfía del entorno de Rivaldo
El culpable es el entorno. Mejor no abrir un frente antes del inicio de la Liga. Van Gaal evitó ayer ensombrecer sus siempre distantes relaciones con Rivaldo y casi le liberó de cualquier responsabilidad en su reivindicación salarial. El brasileño llegó el martes de vacaciones de su país con una exigencia bajo el brazo. Todo ocurrió en pocas horas. Aterrizó en Barcelona, se entrenó en solitario en el Camp Nou -sus compañeros hacían fiesta- y lanzó después un primer desafío a su entrenador. El brasileño, que cobra 500 millones al año, exigió un aumento de su ficha: "Tengo que pensar en mi futuro. El Barça debe procurar que yo siga contento".Van Gaal se mostró escéptico ante la exigencia económica del futbolista, aunque no ocultó cierta preocupación. "Es raro; extraño", dijo el holandés. El técnico aludía a que la petición de Rivaldo coincidió en el tiempo con la difusión en la prensa inglesa del interés del Manchester United. Según las informaciones publicadas, el campeón de Europa le ofrecía 800 millones de pesetas anuales y un contrato por cinco años. El Barça no tardó en reaccionar: preguntó formalmente al equipo inglés si había tanteado al jugador bajo la amenaza de denunciarlo ante la UEFA al recordar que Rivaldo tiene contrato (acaba en el 2003). El club inglés, a través de su presidente Martin Edwards, respondió el viernes con otra misiva negando la propuesta.
No hubo esta vez nada de ira. Van Gaal censuró en su día las reivindicaciones económicas de otros de sus jugadores, pero ayer se mostró cauto. "Son cosas del mundo del fútbol y del negocio que genera. La directiva del Barça tiene que decidir sobre el asunto. Es el club el que decide la compra y la venta de los futbolistas. Por ahora, parece que no hay nada, no ha sucedido nada y, por lo tanto, no hay oferta seria. Sólo son cosas de la prensa".
El técnico ignoró las declaraciones del brasileño y se remitió a una conversación privada entre ambos. "He hablado con Rivaldo y quiere quedarse. Está satisfecho de los compañeros que tiene, de su técnicos, de la directiva, de la afición y de la vida en la ciudad. Tengo confianza en que Rivaldo se quede, pero su entorno es un factor preocupante. Le puede influir. Pero el club debe defender sus derechos", dijo en alusión a la carta remitida al Manchester. El Barça ha rechazado cualquier negociación y exigirá si llegan las ofertas los 15.000 millones de pesetas que figuran en la cláusula de rescisión del jugador.
Rivaldo, mientras, prosigue su preparación particular. Van Gaal meditó anoche convocarlo ante el Valencia pero finalmente lo descartó. "El Barça debe procurar que siga estando contento", pronunció Rivaldo a su llegada a Barcelona. Algo le pesa ahora demasiado: Van Gaal ha despedido a sus amigos Giovanni y Anderson, con quienes compartía almuerzos. "Será duro", dijo.
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