EL MÉDICO EN CASA Contra orugas y pulgas, higiene
Las pulgas, diminutas, marrones... -sobradamente conocidas por todos-, desarrollan sus larvas en las ranuras del suelo y debajo de las alfombras. Los perros y los gatos también suelen ser un hábitat confortable para ellas. Para eliminarlas, lo mejor es una buena higiene. Sus picaduras no son graves; si acaso generan enrojecimiento e inflamación. En algunos casos pueden llegar a provocar una infección secundaria y reacciones alérgicas. El tratamiento es sencillo: se lava con agua la zona afectada y luego se cubre con un antiséptico; si la reacción es muy fuerte, hay que acudir al médico. Las chinches, de las que existen innumerables especies, proliferan por todas partes; las que viven entre los seres humanos son las más conocidas. Todas tienen un pico taladrador-succionador que les sirve para chupar la sangre y los jugos de la piel. Donde más a gusto viven es entre la suciedad. También en este caso la higiene es el arma más eficaz para combatirlas. Las picaduras de estos animales tampoco son dolorosas, aunque sí molestas. A veces pueden provocar infecciones. Los productos analgésicos y antisépticos son el mejor remedio contra ellas. De las orugas, mejor olvidarse, y menos, dejar que se acerquen a los alimentos. El simple contacto con ellas provoca el enrojecimiento de la piel, picores e inflamación. También pueden originar conjuntivitis debido a la dispersión área de sus pelos urticantes. Si alguien, por error, las ingiere, es probable que contraiga gastroenteritirs. Simplemente olerlas acarreará irritación de nariz y alergia. Para extraer los pelos de la oruga adheridos a la piel, el esparadrapo es un método sencillo y eficaz. A continuación hay que lavar la zona afectada con un antiséptico y cubrirla con una loción de hiposulfito sódico al 50% y, si la cosa se complica, se debe acudir al médico.