A los pies de un castillo Las piscinas de Almodóvar del Río unen chapuzones e historia
Agosto, cuatro de la tarde, 40 grados a la sombra. Estos datos no parecen importar lo más mínimo a los diferentes niños que cada día disfrutan en las piscinas del parque acuático de Almodóvar del Río, en las cercanías de la ciudad de Córdoba. La diversión está asegurada, al menos para los chavales; el asunto varía si se habla con el adulto al que le ha tocado en suerte llevar a los pequeños al parque, que puede incluso narrar sus años de infancia en los que la hora de la siesta era sagrada, o salir con aquello de que semejantes lujos, en su época, ni soñarlos. Los tiempos cambian y hoy en día se sueña con esto y más. Las instalaciones del parque acuático de Almodóvar son aceptables, pero se echa en falta alguna atracción más moderna y, sobre todo, la mejora en la apariencia de algunas de las ya existentes. No obstante, la valoración general del recinto es favorable y el entretenimiento para los más pequeños -clientes potenciales del parque- está garantizado. Para los adultos, siempre existe una buena sombra, la hamaca correspondiente, a listas azules y blancas en este caso, alguna cosita que leer y el consabido chiringuito, presto a servir refrescos y una buena cerveza fría. Por no hablar de una posible visita al majestuoso castillo de la localidad, antigua fortaleza romana, remodelada por musulmanes y cristianos, que corona el monte en el que están las instalaciones. El parque cuenta con una piscina de actividades, equipada con anillas, tirolina y una especie de escalera horizontal, todo ello para sortear el agua y lucir músculos y bronceado. A continuación, se sitúa otra piscina dotada con toboganes y pequeños tubos por los que deslizarse hasta llegar al agua. Las estrellas del parque son las llamadas pistas blandas -toboganes gigantes- y el hidroespiral -canal cerrado en forma de bucle a través del cual se cae a una especie de lago-. La oferta la completan una piscina infantil, el restaurante con sistema de autoservicio y un puesto de helados. Como suele ser habitual, la afluencia de público es mucho menor en los días laborables. Si es posible, se recomienda elegir uno de estos días para visitar el parque; además, los precios son más baratos de lunes a viernes. Según informan sus propietarios, el número de visitantes en estos días se sitúa en torno a los 150, frente a los 500 de los sábados y los cerca de 800 que completan el aforo cada domingo en busca de un remojón con el que sofocar las altas temperaturas.Dirección Carretera de Palma. Almodóvar del Río Teléfono 616 79 12 49 Precios Adultos, 1.000 pesetas; niños, 600 (hay ofertas) Seguridad Nueve socorristas, un médico y un ATS
