Economía atribuye la subida del ladrillo a la demanda y la "fuerte concentración" del sector
La espectacular subida del precio del ladrillo en los últimos meses no se debe a prácticas irregulares en el sector, sino al aumento acelerado de la demanda y la existencia de una "fuerte concentración" en el mercado de este material de construcción. Tal concentración, según el Gobierno regional, permite a los fabricantes "influir con enorme y creciente facilidad" en el precio del producto, situación que fue denunciada por las constructoras en julio. La Consejería de Economía inició entonces una investigación, que ofrece ahora sus primeras conclusiones provisionales.
El precio del ladrillo ha aumentado en más de un 100% (un 300%, según los datos ofrecidos por las constructoras) en lo que va de año, variando las tarifas en función del tipo de pieza. La consecuencia más inmediata para el ciudadano es, en cualquier caso, que el coste final de una vivienda de 100 metros cuadrados ha aumentado en los últimos meses en más de 200.000 pesetas. Así lo confirmaba esta semana el director general de Industria, José Eugenio Martínez Falero, quien anunció que la investigación del Gobierno regional seguirá adelante hasta encontrar una explicación definitiva al incremento del precio del ladrillo. Por el momento, las reuniones mantenidas con fabricantes y constructoras se han desarrollado en "un clima de normalidad y cooperación", según Martínez Falero.La investigación de la Consejería de Economía, que opera sobre un mercado "enormemente complicado y en cuyo seno se mezclan muy diversos elementos", según el director general de Industria, se desarrolla hasta el momento en tres direcciones fundamentales: la producción de materiales de construcción, la comercialización del producto y el control de calidad.
Cauces de la investigación
En primer lugar, los técnicos de la consejería han comparado la producción de ladrillos con la de arcilla y energía, con el fin de garantizar que efectivamente se está registrando un incremento de la producción del material de construcción que justificaría en mayor o menor medida el aumento de su precio. Según los datos recogidos en estas inspecciones, la producción de ladrillos ha aumentado este año en un 30%, prácticamente lo mismo que el consumo de energía, lo que avalaría la tesis de los fabricantes: la demanda de los últimos meses ha acelerado la producción de ladrillos, que, en consecuencia, han subido de precio.
Dicha tesis entra, sin embargo, en contradicción con otra de las quejas formuladas por las constructoras: la supuesta escasez de materiales de construcción y la imposibilidad de hacer pedidos grandes, sobre todo de ladrillos. "Desde hace tres o cuatro meses, las empresas constructoras nos enfrentamos a un doble problema: el material de construcción escasea, pero su precio no hace más que subir", afirma José Moreno, presidente de la Asociación de Empresas de Construcción de Madrid (Aecom).
El director general de Industria dice no haber constatado por el momento un problema de escasez. De hecho, un segundo ámbito de la investigación es el cubierto por la Dirección General de Comercio, que en las últimas dos semanas ha efectuado diversas inspecciones en obras y almacenes ante la posibilidad de que se hubiesen retenido partidas de ladrillos con el objetivo de encarecer su precio. "No hay indicios de un comportamiento irregular", sentencia Martínez Falero, quien advierte de que, en cualquier caso, la investigación sobre la producción de ladrillos no deja de ser aproximativa, ya que sólo el 10% de los ladrillos que se usan en construcciones de Madrid procede de empresas fabricantes ubicadas en la región. El resto, la inmensa mayoría, lo constituyen pequeñas industrias de Castilla-La Mancha (sobre todo de Toledo) y Andalucía.
Por último, la Dirección General de Consumo ha inspeccionado también obras y almacenes de ladrillos para comprobar que la calidad del producto no ha bajado en relación con la acordada en el contrato de compra. Aunque reconoce que "aún no hay resultados", Martínez Falero afirma que "no hay indicios de una disminución de la calidad de los ladrillos en lo que va de año", al contrario de lo denunciado por algunos arquitectos consultados por este periódico.
En conclusión, los primeros resultados obtenidos por la consejería -que no son, sin embargo, "demasiado significativos", ya que "hasta dentro de tres o cuatro semanas no estarán listos los informes de las inspecciones y las alegaciones presentadas por productores y constructores"- sugieren un aumento del precio del ladrillo motivado por el incremento espectacular de la demanda, y no por supuestas prácticas irregulares de los productores. "No descartamos que éstas existan", advierte Martínez Falero, "pero creemos que no son la principal causa del problema".
Lo que sí ha quedado claro en esta primera fase de la investigación es que el mercado de la fabricación de ladrillos está "cada vez más capitalizado" y "fuertemente concentrado", lo que permite a los productores "influir con enorme y creciente facilidad" sobre el precio de este material de construcción.
Ante esta situación, la Consejería de Economía, según Martínez Falero, se comprometerá a apoyar en el futuro iniciativas empresariales de productores en Madrid, con el objetivo de descentralizar lo más posible el sector. "Va a ser difícil actuar sobre el precio", reconoce, sin embargo, el director general de Industria. "Podemos intentar atajar la subida que se derive de prácticas irregulares, si es que las hay, pero", aclara, "atajar la otra parte de culpa, la que genera el mercado, es siempre más complicado".
Capear el temporal
En cualquier caso, y según el sindicato CC OO, los primeros afectados por el aumento del precio del ladrillo son los propios trabajadores de la construcción. "Las empresas constructoras están capeando el temporal a costa de sus empleados", afirma Braulio Ballestero, responsable de salud laboral del sindicato CC OO en Madrid. "Los empresarios están tratando de compensar el aumento del coste de los materiales de construcción prolongando las jornadas laborales o pagando de forma irregular a sus trabajadores", asegura Ballesteros.José Moreno, presidente de Aecom, niega las acusaciones y asegura que las jornadas laborales no se han ampliado "artificialmente". "La explicación es más simple", concluye: "En verano, siempre se trabaja más".
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