LAS GOLOSINAS DE RAMBO

Funcionarios de policía han detenido en Segovia, por tercera vez, a un hombre de 26 años, L.J. B., al que en una nota oficial se le denominaba ayer "peculiar personaje", al que se ha apodado con el seudónimo de Rambo, actualmente en libertad provisional, que se dedicaba a sustraer de chalés efectos como víveres, cigarrillos, pilas, liternas, bollería, golosinas, latas de conserva o cucharillas de café, dejando otros objetos de más valor. Tras más de medio centenar de denuncias de robos en empresas de dos polígonos industriales, los policías se habían vuelto locos, el verano pasado, hasta que dieron con el paradero de este delincuente, que vivía oculto entre matorrales, en un paraje apenas transitado y cruzado por un pequeño arroyo, del que se servía para mantener un aspecto aseado, cobijándose en cuevas entre rocas. Ahora, tras nuevas denuncias de robos, y debido al "atinado instinto y la tenacidad" de los agentes, de acuerdo con la versión de la Subdelegación del Gobierno, de la que es titular Esther Vallejo, el detenido fue localizado en una zona de monte bajo tupido, vestido con indumentaria paramilitar. Repartidos en bolsas y mochilas, colgadas de ramas de algunos árboles, en un radio de un kilómetro, aparecieron varios de los objetos recuperados, la mayoría imprescindibles para la supervivencia de este hombre, de considerable fortaleza y facultades físicas, que no tenía contacto con nadie, ni siquiera con amigos o familiares.-