Los primeros días de agosto disparan de nuevo la cifra de víctimas mortales en carretera
Las vacaciones de agosto vuelven a teñir de negro las carreteras catalanas. Sólo en los primeros ocho días del mes se han registrado 21 muertos en accidentes de tráfico, a los que ayer se sumó otro más en Fornells. La Generalitat y la Dirección General de Tráfico achacan la situación a la "relajación de los conductores, el exceso de velocidad y las imprudencias". Si bien en junio y julio se había reducido el número de víctimas, desde el 1 de enero hasta ahora se han producido 356 muertes, 27 más que en el mismo periodo de 1998.
No es éste un buen año para los conductores catalanes. Los datos aportados por la Dirección General de Tráfico así lo evidencian. Desde el mes de enero, las cifras comparativas respecto a 1998, tanto de accidentes como de fallecimientos, han marcado un aumento de la siniestralidad en las carreteras de Cataluña que preocupa a las instituciones responsables de la seguridad vial. Ayer mismo se produjo un nuevo fallecimiento y un herido grave a causa de una colisión frontal en el kilómetro 720 de la N-II, a la altura de Fornells de la Selva. Cuando todavía hay pendiente una operación salida -la del día 15- y otra de regreso -la gran operación retorno de final de mes-, los primeros datos de agosto hacen temer lo peor. Colisiones, salidas de vía, atropellos. Son muchas las circunstancias en las que se han producido los últimos accidentes mortales, diversos los vehículos implicados (motocicletas, coches, camiones) y variadas las edades de los pasajeros (de 16 a 70 años). Según el responsable del Centro de Gestión de Tráfico de Barcelona, Rafael Conte, "La gran mayoría de los choques se han producido por un exceso de velocidad y por imprudencias de los conductores, como no llevar puesto el cinturón o el casco". Hasta el momento, ninguno de los implicados en los choques viarios ha presentado un exceso de alcohol en la sangre. Tanto la Dirección General de Tráfico como Gobernación -que a través de los Mossos d"Esquadra controla la circulación en Girona y Lleida- coinciden en señalar que los siniestros acostumbran a producirse estos días en trayectos cortos, carreteras secundarias (locales, comarcales y nacionales) y en zonas de concentración de turismo, en las que en estos meses de verano se concentran los miles de vehículos que han salido de Barcelona. En estos últimos lugares es donde se producen los siniestros calificados por Conte de "típicos de verano", como el atropello ocurrido en Cambrils (Baix Camp) la madrugada del domingo y en el que murieron dos jóvenes arrollados por un autobús mientras cruzaban una avenida poco iluminada. Más de mil agentes de tráfico La Dirección General de Tráfico cuenta con 850 agentes de la Guardia Civil para controlar las arterias viarias más utilizadas estos días en las provincias de Barcelona y Tarragona. Al mismo tiempo, y debido a la cesión de competencias que ha recibido la Generalitat, 390 Mossos d"Esquadra de Tráfico hacen lo propio en las carreteras de las comarcas de Girona y Lleida, efectivos que ascienden a 430 durante los días de operaciones especiales.
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