_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

"Egin", en tregua

El juez Garzón, asumiendo el criterio de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, considera que, tras un año sin atentados de ETA, se dan las condiciones para levantar en parte la medida de cierre cautelar del diario Egin acordada el verano pasado. La decisión es coherente con los motivos que determinaron en su día aquella medida. Con ella se trataba de evitar que continuase la utilización de ese rotativo -y de la radio del mismo nombre- como parte de la estrategia de intimidación colectiva articulada en torno a ETA. En la medida en que tenía un efecto penalizador sobre los lectores que elegían ese periódico, era deseable que la misma cesase en cuanto desapareciera dicho riesgo. Garzón estima que, si bien la actividad criminal de ETA "permanece en estado latente", la existencia de un alto el fuego indefinido desde septiembre y la ausencia de atentados o secuestros desde junio es suficiente garantía para considerar muy debilitado aquel riesgo. Las desgracias que algunos auguraron hace un año por efecto del cierre no se han producido. Incluso es posible que fuera un factor adicional para que el mundo de ETA y HB acelerase el proceso de cambio de estrategia que por entonces, según se supo luego, estaban planteándose. Los sucesivos autos del juez Garzón revelaron que Egin era una pieza de un entramado de coacción social en cuyo vértice se encontraba ETA. Esos autos aportaron sólidas evidencias, por ejemplo, de la participación directa de ETA en el nombramiento del director de la publicación y de la existencia de un canal para impartir órdenes a sus directivos. También, de que sus páginas habían sido utilizadas para transmitir instrucciones a los activistas. El juez recuerda ahora que informes periciales han constatado la relación financiera entre la empresa editora de Egin y otras estructuras del entramado dirigido por ETA. La extensión y aceptación como normal de la cultura de la violencia tiene mucho que ver con la impunidad de que ha disfrutado ese mundo. Terminar con esa situación era una exigencia del Estado de derecho, pero también una condición para la pacificación de Euskadi. Aunque todavía hay intentos de amedrentamiento, sin la actividad de ETA se dan las condiciones para hacer compatible la continuidad de la investigación judicial y el levantamiento del cierre cautelar de Egin. Nos felicitamos por ello.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_