_
_
_
_
FERIA DE VITORIA

Una estocada espectacular ganó la tarde

Los toros de José Ortega Sánchez no tuvieron ni fuerza ni chispa. El cuarto y el sexto fueron mansos, pero de los que no dan un mal derrote. El toro más potable fue el sobrero de Andrés Ramos. El Cordobés en su primero estuvo a la par que el toro: sin enterarse de qué iba la tarde. En su segundo fabricó una faena con las dos manos, sacando algunos derechazos y naturales de cierto temple, pero todo ello sin ligar en absoluto. En ese segundo toro debe agradecerle a su peón El Pere los modos de llevar la lidia de la res.El triunfador de la tarde se llama José Ignacio Ramos, y es el torero de la tierra. Lanceó muy bien a su primero y dio dos buenos pares de banderillas y un tercero, de dentro afuera, muy buenos; a su faena le faltó ligazón. En su segundo con las banderillas superó la actuación del toro anterior. Dos pares buenos y uno excelente fueron muy aplaudidos. En la faena a este segundo toro la inició con unos estatuarios con los pies asentados en la boca de riego. Luego forjó naturales y derechazos, con entrega, aunque sin acoplarse con el toro. Hizo una labor correcta, mas no sobresaliente. Después de unas ceñidas manoletinas se empleó con la espada de manera muy espectacular. Entrando a matar como un jabato. Ahí estuvo la clave de eso que se puede llamar una corrida de toros, un detalle, un instante fulgurante.

Ortega / Cordobés, Ramos, Rivera Toros de José Ortega Sánchez: bien presentados, blandos, aborregados, 4º y 6º mansos

El 2º fue devuelto por inválido. Le sustituyó uno de Andrés Ramos, poca fuerza, con buena embestida. El Cordobés: aplausos; silencio. José Ignacio Ramos: oreja; oreja y petición de otra. Rivera Ordóñez: aplausos; silencio. Un toro de Justo Nieto para el rejoneador Leonardo Hernández, que sustituyó a Paco Ojeda: petición y vuelta. Plaza de Vitoria, 5 de agosto. 1ª de feria. Tres cuartos de entrada.

De Rivera Ordóñez hay que destacar que en su segundo toro, que podía parecer complicado, no hizo mella en él y trató de torearle de manera ortodoxa, con cierta exposición de su físico.

El rejoneador Leonardo Hernández estuvo muy torero con los primeros rejones y con las banderillas. Lástima que fallara un poco con el rejón de muerte.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_