Alcalá frena los vertidos que genera el AVE a Barcelona

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares (163.830 habitantes), regido por el PSOE e IU, ha paralizado los vertidos de áridos de las obras de construcción de la línea del AVE que conectará Madrid con Barcelona, a su paso por la localidad. El argumento para el frenazo, decretado el pasado día 2, es que los trabajos carecen de licencia municipal. El organismo público Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), responsable de las obras, afirma que la tarea "no precisa de tal licencia". El GIF depende del Ministerio de Fomento. Los vertidos de la obra se realizaban en una finca denominada Los Barrancos de Azaña, antigua propiedad de Manuel Azaña, presidente de la II República. Es un terreno calificado como rústico, situado junto al monte Gurugú y próximo al vertedero municipal de la localidad.Los vertidos de la obra para la construcción de la línea del AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona-frontera con Francia se han desarrollado a un ritmo de "unos 40 camiones a la hora". "Han alcanzado los 600.000 metros cúbicos de tierra", según afirma el edil de Planificación, Javier Ocaña, de Nueva Izquierda. El GIF rebaja la cifra de la tierra depositada a los 326.300 metros cúbicos. El edil Ocaña sostiene que "los vertidos son ilegales, porque no tienen licencia". "Se vienen realizando desde hace unos dos meses y ya ocupan una hectárea de terreno, como un campo de fútbol", asegura. La comisión de gobierno abrió el martes un expediente informativo para investigar la presunta ilegalidad de los depósitos de tierras: "El Consistorio estudia la posibilidad de ejercer el derecho a entablar acciones legales contra los responsables de las obras", explica el edil. "La comisión municipal estudiará la viabilidad de devolver el barranco a su estado originario, para lo que habrá que sacar toda la tierra vertida. Además se investigará si esas tierras cubren unos vertidos tóxicos, puesto que hay dos denuncias de particulares que afirman que allí se arrojaron líquidos tóxicos", añade Ocaña.

El alcalde de la localidad, Manuel Peinado, del PSOE, comentó ayer que los vertidos suponen "un grave atentado medioambiental, porque tapan el barranco, que es una escorrentía natural de aguas y un cauce de dominio público, y modifican drásticamente la configuración de la quebrada". En una nota informativa, el GIF aseguró ayer que "el Ayuntamiento de Alcalá no realizó alegación alguna, ni medioambiental ni urbanística, en el proceso de información a los afectados [por las obras]", y añade que en el proyecto ya figuraba el vertedero. Ocaña replica que, cuando se aprobó el proyecto, él formaba parte de la oposición municipal y era el PP el partido que gobernaba en Alcalá.

El GIF agrega que el vertedero es una "antigua explotación arcillosa" y que, como tal, es "una zona preferente para el vertido".