El sobrecalentamiento de un cable eléctrico originó el incendio de Méndez Álvaro

El incendio de la subestación de Méndez Álvaro se debió a un sobrecalentamiento de los cables, según señaló ayer una portavoz de Unión Fenosa. Este aumento de temperatura, cuyas causas aún no han sido determinadas, acabó en un cortocircuito, que derivó en un incendio que arrasó la galería de conducción y los transformadores de la subestación.La compañía eléctrica ha cifrado sus pérdidas en instalaciones y material en unos 2.000 millones de pesetas. La portavoz de la compañía explicó que ahora se pasará la documentación del siniestro a las aseguradoras para que paguen las indemnizaciones. "Las pérdidas reales a las que tenga que hacer frente Unión Fenosa creemos que no serán muy altas, porque casi todas las instalaciones estaban aseguradas", señaló la citada portavoz.

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid terminaron ayer el informe de su intervención. El servicio de extinción de incendios municipal no ha querido dar una explicación de las posibles causas del fuego del pasado sábado. Fuentes de los bomberos señalaron que las llamas se produjeron por un fallo en un elemento mecánico. Citaron como posibles causas un cortocircuito o el sobrecalentamiento de la instalación. Esta hipótesis corrobora la de los técnicos de Unión Fenosa. "Lo hemos dejado en manos de la compañía eléctrica porque es muy difícil determinar en una galería de unos 500 metros dónde se iniciaron las llamas. Ahí deben actuar los especialistas en electricidad, que saben si el origen es un cable de 220 kilovatios u otro de 15, y el lugar exacto", señaló un portavoz del servicio de extinción. 2.550 reclamaciones.

El informe de los bomberos de Madrid recoge que en el siniestro intervinieron 171 efectivos durante 25 horas, y que se desplazaron en 46 camiones y furgonetas. Los primeros bomberos llegaron a la zona de Méndez Álvaro a las 0.14 del sábado y los últimos se retiraron de la zona arrasada a la 1.47 del domingo. En la extinción de las llamas se utilizaron más de 5.000 litros de espuma. Fue necesario pedir suministros a los bomberos de la Comunidad de Madrid y del aeropuerto de Barajas.

Mientras, la compañía eléctrica sigue recibiendo reclamaciones de clientes que se quedaron sin luz durante más de 17 horas. Hasta ayer por la tarde, 2.550 clientes habían pedido el pago de alimentos estropeados o de los electrodomésticos averiados por el apagón. En este sentido, Unión Fenosa se rectificó y señaló que la cantidad a partir de la que los inspectores visitan a los clientes es de 15.000 pesetas (el lunes, la cifraron en 50.000).

"Los 37 inspectores que tiene la compañía suelen girar una media de cuatro visitas cada día, con lo cual podemos ver cada jornada a unos 150 clientes", señaló la portavoz de Unión Fenosa. Unos 600 de los 2.550 reclamantes ya han recibido su dinero.