Después de Sarajevo

La reunión de Sarajevo para lograr la estabilidad en el sureste de Europa no merece ser juzgada por sus modestos logros, sino por sus resultados a largo plazo. (...). Bodo Hombach, el coordinador para el pacto de estabilidad, debe convertir ahora las palabras en hechos. Sabiamente ha decidido proponer de inmediato medidas concretas. (...) Antes de finales de año existirán programas detallados. La intención es admirable: (...) promover la paz y la prosperidad de la zona y preparar su integración en la Unión Europea y la OTAN. La comunidad internacional debe mantener la seguridad en Bosnia y Kosovo, así como vigilar la posible emergencia de otros conflictos. (...) Occidente se muestra firme en su intención de librar a la región de Slobodan Milosevic, aunque esto irrite a Rusia.La atención en los próximos meses girará en torno a la cantidad de dinero aportada por cada donante. La UE tendrá que asumir su protagonismo, sin que esto signifique privar de ayuda a los países de Europa central y oriental. (...) Mayor importancia tomará la política comercial. (...) La UE no puede permitir que su incongruente política agraria se mezcle en ello.

El éxito del pacto se deberá, sin embargo, a los líderes regionales. (...) La ayuda exterior es fundamental, pero (...) los países que desean prosperidad deben esforzarse en lograrla por sí mismos. Sin ella no habrá paz. Los próximos meses mostrarán si el encuentro de Sarajevo ha servido para difundir esta idea, aunque sea levemente, en los Balcanes.

, 2 de agosto