12 controladores civiles relevan a los militares en la torre de Manises con tres días de antelación

La aviación militar se despidió ayer de Manises con las acrobacias de una escuadrilla de cazas. La ceremonia la presidió el Jefe del Estado Mayor del Aire, Juan Antonio Lombo, quien firmó la orden de desmantelamiento de la base, que culminó ayer, y el traslado de sus aviones F-1 a Albacete para "racionalizar gastos" ante su "falta de presupuesto". Quedan atrás 44 años de historia de la primera base española que acogió cazas reactores. Mientras se celebraba el acto, 12 controladores civiles relevaban a los militares en la torre con tres días de antelación.

A media mañana reemplazaron a los controladores militares una docena de civiles con varios años de experiencia en las torres de Girona, Almería, Vitoria, Reus o Sabadell. Aeropuertos con una complejidad de tráfico aéreo similar al de Manises, al mezclar a diario los vuelos de control visual e instrumental y los de aproximación. La próxima semana llegarán otros tres controladores curtidos en otras torres. De estos 15, 12 vienen en comisión de servicio hasta octubre, cuando estén formados los 10 controladores recién salidos de la escuela de Senasa que les sustituirán. Los tres restantes, uno de ellos natural de Manises, se quedarán en el aeródromo valenciano. El coronel jefe de la base, Antonio Ríos Domínguez, se quejó de que las denuncias sobre la supuesta falta de seguridad en el tráfico aéreo durante esta transición sólo se debieron a los "intereses" de los controladores militares, que "intentaron quedarse en esta torre". A las 9.30 se concentraron con pancartas en la puerta de la base un centenar de trabajadores civiles. El portavoz sindical, Gregorio Adrián, dijo que están descontentos con sus nuevos destinos: les han ofrecido plazas en otros cuarteles valencianos, pero las plazas son de "inferior categoría" a las que desempeñan ahora. "Hay 74 técnicos operativos y sólo nos ofrecen 18 plazas de este tipo, lo que quieren es que nos vayamos a otras bases aéreas donde tienen escasez de personal", protestó Adrián. Al concluir la ceremonia le planteó sus quejas al coronel y éste le replicó que les comprendía pero que no estaba en sus manos solucionar el problema. Los trabajadores anuncian que continuarán sus protestas en septiembre ante la Delegación de Defensa. Cesión a Aena Un comandante del Ejército del Aire se quedará en los próximos días en Manises para guiar a los nuevos dueños de los terrenos, el ente público Aena. Porque el Ministerio de Defensa le ha cedido la mayoría del suelo a Fomento, salvo las residencias de oficiales y suboficiales, con sus zonas deportivas y ajardinadas, que utilizará como alojamiento y club social para los oficiales del Ejército de Tierra. Pero la mayor parte del suelo se destinará a ampliar el aeropuerto. El terreno militar está ocupado por un aparcamiento, en el que caben unas 40 aeronaves civiles medianas, y seis hangares que podrían ser alquilados a las compañías aéreas para que reparen sus aviones. Aena estudia dedicar parte del suelo a las instalaciones de carga o a crear la segunda pista. En su discurso, el coronel Ríos recordó las 250.000 horas de vuelo que han efectuado desde 1955 los aviones Sabre, Mirage III y F-1 de Manises. En el epílogo de este medio siglo de historia arriaron por última vez la bandera y entregaron el estandarte del Ala 11 (el halcón, la avutarda y el mirlo, con el lema: "Vista, suerte y al toro") a la la base de Morón.