Menos pasos, más problemas

Los niños urbanos andan menos de lo recomendable. En gran parte debido a la actitud protectora de sus padres, que prefieren llevarlos en brazos o atarlos al cochecito en sus primeros años a dejarlos sueltos. Esta circunstancia puede alterar el desarrollo muscular, según las conclusiones que llevará al próximo Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria, el coordinador del grupo de ortopedia infantil, José Ricardo Ebri.Este encuentro tendrá lugar a finales de octubre en Murcia. Pero Ebri, que es pediatra especializado en traumatología y ortopedia del Servicio Valenciano de Salud, se ha dedicado desde hace más de un año, cuando fue creado el grupo de trabajo, en el que participa con otros 50 colegas, a prepararlo. Ha calculado, paso a paso, lo que caminan sus pequeños pacientes, a partir de encuestas contestadas por sus padres. Y ha llegado a la conclusión de que los paseos diarios de estos niños apenas llegan a los 300 metros, tres manzanas, una distancia que impide que desarrollen como debieran los músculos de sus piernas. Caminatas tan breves dificultan también el correcto aprendizaje de "la marcha", término con el que se define el caminar, desde los primeros y torpes pasos hasta la coordinación perfecta, que suele alcanzarse a los seis años.

Pero además Ebri ha observado que los niños cuyos padres aumentaron la distanc

El pedagogo Justo Moreno está convencido de que la estimulación del niño es fundamental, "no sólo para el su desarrollo motriz". En su opinión , lo importante es que los padres se esfuercen para que el menor, " juegue y experimente" . Y en esa senda van muchos de los planteamientos de las guarderías y escuelas con chavales de entre uno y cinco años.

La causa de lo poco que caminan los niños observados, todos de ciudad, está en la "sobreprotección" de los padres y en la vida sedentaria a la que están atados, asegura Ebri.

La solución pasa por hacerles andar "al menos medio kilómetro", pero sin forzarles ni cansarles, asegura el pediatra valenciano. Y vigilar de cerca la forma en que se sientan, ya que el 40% de los niños tienen problemas al caminar por adoptar posturas extrañas en esta situación, "como la de la rana", con los gemelos hacia fuera. Durante los primeros dos años de vida, los padres se muestran preocupados ante el pediatra por el sinfín de caídas o pies en posiciones extrañas -hacia fuera como Charlot o hacia dentro- de sus hijos, que suponen el 75% de las consultas. Son pequeñas disfunciones que en el 95% de los casos tiene fácil solución: esperar sin más a que el niño crezca.

El traumátologo del Hospital de La Paz de Madrid Ricardo Angora confirma que la mayor parte de estos problemas, si son tratados a tiempo, no tendrán consecuencias en los niños cuando lleguen a adultos.

El tratamiento preventivo de estos problemas es cada día más fácil. Hace 30 años, cuando Ebri empezó su carrera, las madres acudían a la consulta del pediatra cuando el niño se daba un golpe o mostraba síntomas de alguna patología. Ahora hay un seguimiento total, lo que queda demostrado por el hecho de que las dificultades en la marcha son la segunda causa de consulta al especialista.