Los dos primeros guetos para rumanos se levantan junto a una mina de sepiolita y el basural de Valdemingómez
Dos de los cuatro terrenos elegidos por las instituciones para realojar temporalmente a las familias rumanas expulsadas de Malmea son eriales rodeados por una mina de sepiolita y el vertedero y la incineradora de Valdemingómez. Ambos se encuentran junto a la carretera de Valencia (N-III): uno, en el camino del Espinillo (Vicálvaro), y el otro, en la cañada de los Canteros (Vallecas Villa).Ayer, las excavadoras comenzaron a allanar estos inhóspitos solares, donde en 20 días se levantarán campamentos cercados, formados por tiendas de campaña para cada familia y prefabricados para usos comunes (baños, cocinas y comedor).
Los otros poblados se construirán en el camino de San Roque, donde ahora viven estos 355 inmigrantes, y en Valle Grande, dos parcelas del norte de Fuencarral, una zona más fértil y sombreada que el sureste de la ciudad. En Vallegrande estaba previsto que las obras empezaran en la tarde de ayer, y en San Roque comenzarán cuando ya estén acabados los otros asentamientos.
El terreno del camino del Espinillo se encuentra en el kilómetro11 de la N-III. El lugar es un secarral sin nada alrededor, salvo montañas de tierra removida. No hay ni un árbol en varios centenares de metros a la redonda.
Las únicas prominencias visibles son los silos de la empresa Tolsa, que se encarga de la extracción de sepiolita, un mineral utilizado como absorbente para las defecaciones de gatos y como aislante en instalaciones eléctricas. En este descampado, de propiedad municipal, estaba prevista hace años la construcción de un poblado de realojamiento para chabolistas gitanos, pero el plan se desechó por las protestas de los vecinos. El lugar, aunque pertenece a Vicálvaro, se encuentra cerca, por carretera, del barrio de Santa Eugenia (Vallecas Villa).
La cañada de los Canteros está situada en el kilómetro 14 de la N-III, a menos de cuatro kilómetros del basural de Valdemingómez. El vecindario más próximo es el poblado chabolista de la Cañada Real. Allí trasladó el Ayuntamiento de Madrid en 1994 a 22 familias que vivían en favelas en el camino de los Toros (San Blas).
El solar de Vallecas se desechó en 1995 para un realojamiento por su lejanía e insalubridad
El terreno de la cañada de los Canteros es ya un enclave histórico en los programas de realojamiento de la población chabolista. Desde 1991 forma parte de los solares previstos para construir viviendas para las familias gitanas de los poblados de chamizos.En febrero de 1995, cuando los partidos de la oposición eran ya poco favorables al modelo de realojamiento en poblados aislados, el Ayuntamiento de Madrid, del PP, inició en este solar la construcción de 100 casas bajas de hormigón para chabolistas de Los Focos (San Blas) y la cercana Cañada Real. La obra se adjudicó a Dragados y Construcciones por 540 millones de pesetas.
Pero, tras un mes de polémica, el Consistorio dio marcha atrás. Tras las críticas recibidas, el Ayuntamiento descartó el terreno por su aislamiento (que acabaría convirtiendo la barriada en un gueto) y por la cercanía del vertedero y la incineradora de Valdemingómez (que ponía en entredicho su salubridad). Las familias que iban a ser realojadas allí recibieron una casa baja en La Rosilla (Vallecas Villa), Las Mimbreras (Latina) o un piso de alquiler en diferentes barrios. Entonces se hablaba de levantar un asentamiento para varios años, y ahora, de un campamento provisional para tres meses.
Que la zona pueda ser insalubre no significa que esté vacía. Además de las 35 familias gitanas que permanecen en el poblado de Cañada, a lo largo de la carretera que conduce al vertedero proliferan las edificaciones; la mayor parte de ellas, habitadas por ciudadanos de muy bajos ingresos. Y la construcción no cesa. Ayer mismo, frente a una de las casas se leía un cartel: "Se necesita ormigón". Pero la lejanía de los terrenos elegidos por las instituciones para realojar a los inmigrantes rumanos no parece haber frenado el rechazo vecinal a vivir cerca de estas familias. Su expulsión de Malmea vino precedida por la recogida de 2.500 firmas de vecinos del barrio de Begoña, en Fuencarral, que se quejaban de que estas familias generaban suciedad y problemas de convivencia. Recinto militar
La noticia de su posible traslado a un cuartel de Villaverde provocó la oposición de las asociaciones de vecinos de la zona. Consideraban que en el distrito ya hay bastantes problemas de marginación como para albergar a 280 inmigrantes rumanos y aceptaron que se cobijaran 80 en el recinto militar. Al final, las instituciones descartaron esa posibilidad
Ayer, la asociación de vecinos de Vicálvaro mostró su oposición al campamento en el camino del Espinillo, pese a su distancia respecto al casco urbano de este distrito. Esta entidad argumentó que "una vez más el PP, que no ha consultado a los vecinos, mantiene la postura de castigar a los distritos del sur-este". Según estos dirigentes vecinales, Vicálvaro "ya ha demostrado su solidaridad con la población marginal". Se refieren a que en este distrito, en la carretera a Mejorada del Campo, se encuentra el poblado de realojamiento de chabolistas gitanos del Cañaveral, con 110 familias.
Aducen también que en la zona se han efectuado posteriores realojamientos en pisos. De junio de 1995 a febrero de 1999 han sido alojadas en Vicálvaro 58 de las 741 familias chabolistas a las que se les ha concedido una vivienda en el municipio. Es el cuarto distrito por número de realojados, por detrás de Puente de Vallecas (137), Carabanchel (92) y Latina (61).
"Además, desde 1983 hasta su desmantelamiento en 1997, Vicálvaro ha soportado uno de los mayores asentamientos de chabolistas de la ciudad, el de Los Focos", concluyen estos vecinos, que el miércoles celebrarán una concentración para decidir qué hacer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Realojamiento
- Vecinos
- Malmea
- Campamentos acogida
- Distrito Vallecas
- Fuencarral-El Pardo
- Inmigrantes europeos
- Desahucios
- Chabolas
- Desalojos
- Comunidades vecinos
- Vicálvaro
- Ayuda social
- Asociaciones vecinos
- Inmigración irregular
- Infravivienda
- Servicios sociales
- Pobreza
- Inmigrantes
- Política migratoria
- Ayuntamiento Madrid
- Distritos municipales
- Inmigración
- Ayuntamientos