Lizarbe se muestra "muy decepcionado" con Sanz, pero mantiene el "excepcional" apoyo del PSN a la derecha

El candidato a la presidencia del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, de UPN, perdió ayer la primera votación de su proceso de investidura al no conseguir el apoyo de la mayoría absoluta del Parlamento foral. Sanz sólo consiguió los 22 votos de su propio grupo, mientras los socialistas se abstenían y los demás grupos de la oposición votaban en contra. La segunda jornada del proceso de investidura se centró en la contestación de los portavoces al discurso de Sanz del martes. La atención se centró en la intervención del portavoz socialista, Juan José Lizarbe, dado que el PSN se comprometió a facilitar el acceso de UPN a la presidencia. Lizarbe, como hizo el martes tras oír al candidato, se mostró "muy decepcionado" con Sanz e insistió en que el apoyo del PSN es "excepcional" y fruto de "la honda preocupación" de los socialistas por el futuro de Navarra como comunidad diferenciada ante el avance del nacionalismo vasco. Lizarbe exigió a cambio a UPN el máximo respeto a los acuerdos parlamentarios "por una cuestión de legalidad, ética política y simple respeto a los ciudadanos" y enumeró una batería de medidas para ese objetivo. Mientras Lizarbe insistía en la decepción que le había producido ver que el programa de gobierno era una copia del programa electoral de UPN, Sanz se mostraba satisfecho por el tono del portavoz socialista y aseguraba no haber encontrado "grandes barreras ideológicas" con el PSN. Eso sí, en respuesta a las exigencias socialistas, Sanz volvió a reivindicar "respeto a la tarea de gobierno". "No voy a saltar por encima de las decisiones del Parlamento", aseguró, "pero siempre que sean decisiones vinculadas a sus competencias". La pasada legislatura el Gobierno de Sanz desobedeció varios pronunciamientos parlamentarios. La jornada finalizó con las intervenciones de Pernando Barrera, portavoz de EH, que se mostró, al igual que José Miguel Nuin (IU), Juan Cruz Alli (CDN) y Begoña Errasti (EA-PNV) muy crítico con Sanz y su acuerdo con los socialistas, que le permitirá acceder a la presidencia el próximo día 26, en tercera votación, por mayoría simple.