Pacto de supervivencia

Desde que se alió por primera vez con el PP, en 1987, el Par ha perdido la mitad de sus votantes, mientras que los populares no han hecho más que crecer en Aragón. Las últimas elecciones han supuesto un varapalo para los aragonesistas, que han pasado de 14 a 10 diputados y han perdido presencia en muchos ayuntamientos. El voto urbano les está empezando a dar la espalda para irse a los regionalistas de izquierdas de la Chunta Aragonesista, un partido de implantación reciente pero que ya ha obtenido cinco diputados en la Cámara regional. Aún así, el Par conserva 200 ayuntamientos y sus 10 diputados son la clave del Gobierno.Los regionalistas admiten que les aguarda una dura lucha por la supervivencia, y, en este horizonte, la única vía para recuperar electores es la de pactar con el PSOE para el Gobierno de Aragón.

Así, según admiten varios dirigentes consultados, podrían cumplir dos objetivos que les pueden permitir transformar un mal resultado electoral en el inicio de una recuperación. El primero sería conseguir que la pérdida del Gobierno provoque una crisis importante en el PP. El espacio político de ambos partidos es similar, y la división o los problemas del PP beneficiarían claramente al Par. Los propios populares asumen, aunque no en público, que el Par sigue esta estrategia, aunque la creen "equivocada" porque su líder, Santiago Lanzuela, no está contestado dentro del partido.

El segundo objetivo sería el de obtener consejerías que ellos llaman "de carácter diferencial", como puede ser la de Cultura. Del trabajo que realicen al frente de esta cartera dependerá recuperar a los votantes que optaron por el PP por pensar que ambos partidos "eran la misma cosa".